‘Novis Corpus’, así se titula el foto-libro creado por Teresa Uceda y Gabriela Cendoya- Bergareche. Ambas amantes de la fotografía y de los foto-libros reunieron a través de las redes sociales a 48 fotógrafos españoles, franceses, italianos y belgas para crear un libro en el que se expresa el confinamiento desde diferentes miradas.
El libro que ya está a la venta tiene un precio de 12 euros más 5 euros de porte y se puede pedir a través de [email protected] indicando el nombre, dirección y el número de ejemplares que se solicitan. Cabe destacar que todo lo recaudado irá destinado al personal sanitario.
El pasado 15 de marzo Teresa Uceda, francesa afincada en Cádiz y gran amante de la fotografía, lanzó una propuesta en su Facebook cuanto menos especial: crear un libro colectivo en el que se plasmasen los momentos angustiosos del confinamiento. Gabriela que vive en Hondarribia, es colega y gran amante de los foto-libros, tanto es así que tiene una colección de 2.506 foto-libros en el Centro de Documentación y Biblioteca del Museo San Telmo de San Sebastián, compartió la idea. A partir de entonces diferentes amigos se empezaron a unir a este proyecto que reúne a 48 fotógrafos.
Un día más tarde tuvieron que cerrar las candidaturas tras el aluvión de gente que quería participar. Solo había un requisito: que cada participante enviase 2 fotografías en blanco y negro y en vertical. “Haremos entre todos un libro, un diario de este confinamiento que compartimos, una carta que mandamos a los de fuera, cercanos o lejanos”, así lo expresaba Cendoya-Bergareche en sus redes sociales.
«La idea la puso en marcha Teresa. El título del libro fue obra de un amigo fotógrafo francés que participa en el proyecto», explicó Cendoya-Bergareche. Un libro que muestra la ansiedad, la soledad, la inquietud y lo cotidiano del confinamiento en 96 fotografías en blanco y negro con un solo texto en toda la obra. En él han participado 3 fotógrafas donostiarras, Amaia González, María Martínez Artola y Aitziber Orkolaga. «Hay fotos más intensas, más poéticas, mucho autorretrato», añadió Cendoya-Bergareche.
Cada fotógrafo cuenta con 2 fotografías en el libro. En el caso de Amaia González, fotógrafa donostiarra, quiso plasmar la cotidiano. «Un tenedor, por el miedo de no poder proveerte, y el ojo de un muñeco dentro de una casita de muñeca«, explicó.
«Por el momento ya tenemos pedidos cerca de 350 libros de los 400 que se han puesto en marcha», añadió orgullosa Cendoya-Begareche.
Un libro que surgió del lado más solidario de los aficionados, desinteresadamente, y que une a gente amateur y profesionales en un mismo ejemplar.
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