Tras la compra de Inmobiliaria Vascongada por el fondo buitre Azora, las familias que habitan en las 320 viviendas afectadas (en Gros y Amara Viejo entre otros barrios) decidieron unirse con la vista puesta en otras ciudades, donde la presencia de Azora ha incrementado el nivel de especulación con la vivienda. Sin contacto con la empresa, la sensación es de incertidumbre y los pisos se van quedando vacíos. DonostiTik habla con Iñaki Setién, el presidente de la plataforma presentada oficialmente el sábado pero con mucho camino recorrido estos meses.
En la presentación de Inquilinos de Azora denunciaron el mal estado de algunos inmuebles. ¿Son casos puntuales o algo generalizado?
Las cajas de las escaleras de todos los portales de la Avenida de Ategorrieta llevan sin pintar varios años después de haber sufrido obras de la instalación eléctrica.
En esa misma avenida hay portales (los impares del 35 al 41) en que la pintura de las paredes y techos está descascarillada por la humedad. Hay filtraciones y el aspecto es ruinoso. Y los setos de los jardines de la zona, que es particular pero tiene paso de servidumbre, los mantienen los vecinos de sus bolsillos. De hecho en el portal 43 nos hemos negado a pagar la poda porque consideramos que corresponde a la propiedad y actualmente los setos están desmesuradamente crecidos y hay plagas de ratas, ratones e insectos. Además justo al lado hay un bar con terraza donde siempre hay restos de comida, lo que contribuye a su proliferación.
Hemos escrito varias quejas a la propiedad, además de un Burofax, hemos puesto denuncias en el departamento de Salud Pública del Ayuntamiento, pero el tema no se ha movido.
Tenemos intención de denunciar estos hechos a Sanidad del Gobierno vasco, pero nos dicen que hay que hacer antes un escrito para que sea valorado por los técnicos.
En la calle de La Salud los problemas son similares en cuanto al mantenimiento. También ellos tiene un problema de plaga de ratas en el talud trasero.
Los habitantes en las 320 viviendas de Azora, antes de Inmobiliaria Vascongada, ¿qué contacto tienen con la empresa propietaria a día de hoy?
Nos hemos dirigido a la inmobiliaria por email y Burofax pidiendo una reunión para trasladar las inquietudes de los vecinos y hoy seguimos sin respuesta.
¿Cuál es su teoría sobre los 24 pisos que se han quedado vacíos de los seis portales de Ategorrieta?, ¿qué futuro les depara en su opinión?
Hasta diciembre del año pasado, cuando un piso quedaba vacío, automáticamente se volvía a ocupar. De hecho antes de diciembre, que es cuando se produjo la compra de Inmobiliaria Vascongada por parte de Azora, se firmaron contratos de alquiler por siete años.
Suponemos que ahora no quieren ocupar esos pisos esperando que se cumpla algún plazo legal (nos consta que algo hay) para especular y posiblemente convertir todas las viviendas en alojamientos turísticos. Algo acorde con la política de Azora.
Imagino que habrá mucha gente mayor entre los afectados. Pese a todo se han movilizado ustedes con velocidad. ¿Se sienten apoyados por las instituciones y por otras entidades?
Nos movemos rápido porque sabemos que un fondo buitre como Azora, con un capital de inversión de 41.000 millones de euros, no va a parar ante una necesidad habitacional y va a especular sin escrúpulos. La mejor defensa es un buen ataque según Sun Tzu.
Precisamente creemos que la gente mayor es la que está más blindada porque la mayoría tiene contratos antiguos. Nos preocupan especialmente las familias vulnerables con niños y la gente de mediana edad con discapacidades, aunque también es cierto que los contratos antiguos podrían ser vulnerables ante una reforma estructural (que en la mayoría de las viviendas es necesaria).
Tenemos el apoyo incondicional de Stop Desahucios y de Alokairu Benta-Berri. Los tres, codo con codo, hemos defendido tanto la condonación del 50% en el caso de la vecina Ingris como hacemos frente al desahucio de Victoria Noriega.
¿Tienen contacto con el Ayuntamiento donostiarra?
El Ayuntamiento ha mediado en los dos casos y estamos agradecidos de su implicación, pero mucho me temo que tendrá que seguir mediando tal y como están las cosas.
A varias familias de los números 35, 37 y 41 de la avenida de Ategorrieta el contrato les ha finalizado. A partir de ahí la empresa aboga por la tácita reconducción (renovación mes a mes), que ustedes denuncian porque desembocaría en la expulsión de las familias como se ha visto en Madrid y Barcelona. ¿Consideran que esa situación es inminente?
Nosotros sabemos que la tácita reconducción ha venido para quedarse. Sin embargo la tácita reconducción es una aplicación del Artículo 1566 del Código Civil que nada tiene que ver con la LAU (Ley Arrendamiento Urbano). Lo que hace falta es que las instituciones como el Gobierno vasco obliguen a estos fondos buitres a aplicar la LAU y a renovar los contratos por siete años más con su correspondiente prórroga de tres.
¿Cuál es el estado anímico de las familias que viven en las 320 viviendas?
Confían en nosotros y eso pesa mucho, por eso necesitamos también de apoyo social para que la denuncia y las reivindicaciones no se pierdan por el camino.
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