Parkea Bizirik kukulunbera y Eguzki insisten en lo inapropiado de la política municipal donostiarra en cuanto a evitar la reproducción de los cisnes de la plaza Gipuzkoa por medio de ‘cambiazos’ de los huevos naturales por otros de yeso. Insisten en que el último cambiazo se hizo en abril y no en junio como afirman fuentes municipales y aseguran: «En nuestro entorno ningún cisne pone huevos en el mes de julio, por lo que no hace falta prorrogar esta modalidad de maltrato al cisne hembra».
Ambas asociaciones insisten en que el ciclo reproductivo de los cisnes contempla las siguientes fases: marzo y abril cortejo y construcción del nido, abril y mayo incubación, de mayo a octubre en compañía de las crías y en julio y agosto los cisnes mudan el plumaje. «La muda y la incubación juntas son incompatibles, aspecto
que el Departamento de Salud y Bienestar Animal debiera saber y que su medida de prolongar el sufrimiento, hasta el 28 de julio, revela desconocer».
Los ecologistas denuncian una vez más que «la hembra del cisne lleva engañada 3 meses incubando en el suelo en balde» cono su consiguiente «sufrimiento» y que el Ayuntamiento no ha explicado qué se ha hecho con los huevos a punto de eclosionar, cuántas veces se han realizado cambiazos y por qué se le ha prohibido su conocimiento a la opinión pública.
Eguzki y Parkea Bizirik pide al Ayuntamiento que regale y traslade a los cisnes a un parque del centro o del noroeste de Europa, área de distribución natural de la especie; que facilite que el estanque sea un lugar para especies acuáticas autóctonas como el ánade azulón (Anas platyrhynchos) o la gallineta común (Gallinula chloropus) y que ante cualquier duda “pregunte y consulte a los naturalistas voluntarios que llevan décadas trabajando a favor de la Naturaleza”. Y sobre todo que se termine ya con esta incubación «en balde».
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