Ya es Navidad o como si lo fuera. Donostia luce sus galas pese a la lluvia que ha restado público al ya tradicional encendido en el mercado navideño. Y es que muchos donostiarras y sobre todo visitantes han decidido postergar el encuentro con los adornos, las luces y las atracciones para otro día más benigno climatológicamente hablando. En todo caso y tras apretar el botón se ha iluminado el cielo con los fuegos artificiales reflejándose en el Urumea. Después y tras algunos ajustes técnicos ha ido iluminándose la ciudad.
Un planetario en Alderdi Eder, adornos en homenaje a Chillida y Basterretxea, la bola navideña (este año es transitable) en la Plaza Easo, una atracción inspirada en el Olentzero en la plaza Federico García Lorca y, por supuesto, la noria de 50 metros en las cercanías del Ayuntamiento son las principales novedades de la Navidad donostiarra de este año, además de que el mercado navideño del Urumea ha crecido de 40 a 51 casetas y se nota. También hay una pequeña noria en la plaza Cervantes, para los más pequeños, que igualmente contarán con el tiovivo de la plaza Santa Catalina.
Este año el gasto en luces asciende a 415.000 euros (hay un 20% más de iluminación que el pasado año) y a 320.000 euros el mercado. Sin embargo la presencia creciente de colaboradores hace que estos corran con 430.000 euros del total y el Consistorio con el resto.
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