Un total de veinte bandas de música de varias poblaciones vascas se han unido con el propósito de poner en valor la labor que estas formaciones desarrollan desde sus inicios en el panorama musical del país, siendo como son un referente imprescindible del patrimonio sonoro.
La federación surge con el propósito de defender y cuidar este patrimonio cultural vasco y con el deseo de reivindicar el gran aporte social, cultural, pedagógico y artístico que representan. Tal y como explica el presidente de la fundación, Aritz Labrador, “los principales objetivos, además de desbloquear la situación actual agravada por la pandemia, y actuar como interlocutores, es resaltar la importancia y relevancia que tiene la cultura popular en el día a día de nuestra sociedad”.
En palabras del maestro Pascual-Vilaplana, director titular de la Banda Municipal de Bilbao, “crear una federación como un espacio de diálogo y decooperación entre ellas puede ser del todo eficaz para la difusión, promoción
y dignificación de su actividad”. Euskadi cuenta con un rico tejido bandístico compuesto por 46 formaciones.
En ellas participan más de 3000 miembros de diversas edades. Durante el año 2019, han ofrecido alrededor de 600 conciertos y pasacalles, generando toda esta actividad un impacto económico indirecto de más de 1.000.000 de euros.
Entre los proyectos a futuro de la entidad se encuentran la futura Banda Federal –que formarán miembros de las bandas federadas–, así como una Banda Joven Vasca –que contará con la participación de alumnado de música
del País Vasco–. “Otra de las metas es visibilizar el patrimonio que representa el conjunto de bandas y contribuir a él, a través de la recuperación de partituras antiguas, publicaciones, nuevas comisiones e incluso grabaciones”
añade Labrador.
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