La Diputación Foral ha dado luz verde a la creación de Basotik, una fundación pública que nace con el cometido de agrupar un volumen relevante de masa forestal que permita “dar un salto cualitativo” hacia “la gestión sostenible de los bosques de Gipuzkoa”. Así lo ha destacado hoy el diputado general Markel Olano en la presentación de la iniciativa, acompañado por el diputado de Promoción Económica, Turismo y Medio Rural Jabier Larrañaga y la directora de Montes y Medio Natural Arantxa Ariztimuño.
Esta fundación supone una inversión foral de 2 millones de euros este año, y de 8 millones en total durante los próximos cinco años.
Basotik aspira a agrupar bajo su gestión en torno a 40.000 hectáreas de bosque. Supondrá una alternativa atractiva para los titulares de las explotaciones forestales frente a la gestión individual, ya que les permitirá delegar su cuidado y gestión en la Fundación, y anticipar y garantizar el cobro del valor generado a partir de una gestión forestal activa y diversificada.
Basotik será una alternativa de interés para propietarios de explotaciones forestales no gestionadas, gestionadas de forma no rentable o con problemas de sucesión, y para explotaciones rentables, pero que tengan interés en formar parte de una entidad de mayor dimensión.
Cifras
Gipuzkoa es un territorio con una notable presencia de bosques, que alcanzan el 61,5% de su superficie. Se trata del mayor porcentaje de la CAV, y muy superior a la media europea, del 40%.
Sin embargo, Olano ha explicado que “existen distintos factores que pueden poner en riesgo ese patrimonio, que nos han llevado a poner en marcha Basotik”. Entre ellos está el pequeño tamaño de las explotaciones, dado que el 79% de los bosques de Gipuzkoa es de titularidad privada, con un total de 9.700 explotaciones cuya extensión no supera las 20 hectáreas en el 97% de los casos.
La superficie media de la propiedad forestal en Euskadi es de 3-5ha, en contraposición con países nórdicos como Finlandia en el que la media está en 30 ha. También hay que tener en cuenta la elevada edad de los y las propietarias, el 60% mayores de 60 años, y la falta de relevo generacional fruto del progresivo alejamiento de la sociedad respecto al medio rural.
A ello hay que sumar la reducida rentabilidad de muchas de las explotaciones, que se materializa además a muy largo plazo, y el impacto de la banda marrón, que ha afectado a más del 40% de la superficie de pino radiata plantada, suponiendo esta especie el 30% de la superficie forestal total del territorio.
El sector genera a día de hoy más de 6.000 puestos de trabajo en Gipuzkoa.
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