El Laboratorio de Innovación Lingüística y Social Badalab nace con el objetivo de convertirse en un «espacio de experimentación referencial» en la revitalización del euskera. Con este objetivo han puesto en marcha hoy este nuevo proyecto representantes de las instituciones vascas en un acto de firma celebrado en la Diputación Foral.
Badalab será el séptimo proyecto estratégico de Etorkizuna Eraikiz después de los anteriormente creados Ziur, 2deo, Labe, Adinberri, Mubil, ArantzazuLab y Naturklima.
Badalab generará un ecosistema renovador y diverso que fortalezca el uso del euskera con la participación de nuevos y múltiples agentes para que la lengua vasca esté presente en los nuevos contextos. También llevará a cabo prototipos y propuestas sociales valientes para que proyectos e iniciativas innovadoras que abran nuevos horizontes en el seno de la sociedad se pongan en marcha en euskera. Y buscará crear nuevas narrativas y vivencias impactantes en euskera, en formatos y contextos diversos y digitales, creando oportunidades para vivir más situaciones novedosas y memorables en euskera (ocio, cultura, trabajo, creación, etc.)
Badalab iniciará su recorrido en los próximos meses en el edificio Torrekua de Errenteria, donde tendrá su sede provisional.
El proceso de reflexión sobre los objetivos y el diseño del laboratorio se viene desarrollando desde 2018 liderado por la Diputación Foral de Gipuzkoa, Langune, Elhuyar y Emun, junto con el Cluster de Sociolingüística, con la participación del resto de instituciones y representantes del ámbito del euskera.
El diputado general de Gipuzkoa Markel Olano ha recordado que actualmente se están produciendo «transformaciones profundas» en todo el mundo, tales como la digitalización, el cambio climático o el aumento de la diversidad social, entre otros. «Estos nuevos paradigmas afectan de forma notable a las lenguas minorizadas y el euskera no es una excepción. Ante las interrogantes y los desafíos que se nos plantean, es vital alumbrar nuevos objetivos y proyectos innovadores. Tenemos que crear recursos y contextos para la experimentación, también creados en colaboración, porque sólo así conseguiremos responder a estos retos de forma exitosa y garantizar el futuro del euskera. Los nuevos tiempos exigen nuevas herramientas, proyectos, recursos, de modo que el laboratorio viene a trabajar de acicate en ese esfuerzo», ha resumido.
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