«Caminamos en una sociedad que se preocupa menos de los contenidos y más de los resultados económicos y también el cine se ve afectado». Quien hablaba esta mañana así en el Teatro Victoria Eugenia de Donostia es el director de cine Montxo Armendáriz, que junto a la productora Puy Oria recibirá esta tarde el Premio del Festival de Cine y Derechos Humanos 2021. El certamen por primera vez hace ‘doble’ este galardón y en este caso tiene mucho sentido porque ambos han trabajado en varias ocasiones de la mano.
Con la presencia del alcalde Eneko Goia y del director del certamen Josemi Beltrán, Armendáriz y Oria se han referido a algunas de sus películas, caracterizadas en muchos casos por abordar todo tipo de temáticas sociales. Así se han referido por ejemplo a ‘Silencio roto’, que ha cumplido 20 años. Para Puy Oria, que hasta entonces había trabajado para otros, fue «un máster», mientras que Armendáriz ha recordado que cambió el guión para que la historia, situada en un pueblo tras la guerra civil, fuera contada por mujeres, algo poco frecuente hace 20 años.
En este punto Oria ha hecho hincapié en que Armendáriz «siempre ha ido diez años por delante». Ya fuera dando voz a las mujeres como en este caso, dando protagonismo a los jóvenes como en ‘Historias del Kronen’ o encarando los abusos sexuales como en ‘No tengas miedo’.
También se han referido durante el encuentro a ’27 horas’, que dirigió Armendáriz tras su experiencia dando clases en el politécnico de Errenteria en los años 80, donde encontró a «una juventud desengañada» con la lacra de la droga muy extendida.
«No tengas miedo funcionó en taquilla bastante bien, como ya esperábamos, pero después, a raíz del ‘Me too’ resurgió como sucede a veces con las películas de Armendáriz», ha ilustrado Oria.
‘No tengas miedo’ es precisamente el último film que realizaron juntos y Oria ha narrado que fue realmente difícil sacarlo adelante. «Ojalá pudiera dirigir una película al año pero la situación en el cine no es boyante», ha resumido Armendáriz. Y ambos han enumerado los proyectos que en los últimos años se han quedado por el camino, el último a causa de la pandemia. Oria ha añadido en este punto que se está retirando la fórmula de la coproducción internacional en favor de producciones que son netamente nacionales y eso les resta bazas para sacar adelante proyectos.
Sin acritud ni desconsuelo, el director navarro ha manifestado que la sociedad se mueve cada vez más en favor de los beneficios económicos y «el cine no es una excepción». Y a ese respecto Puy Oria ha contado anécdotas como que a un actor le preguntan en un casting cuántos seguidores tiene en las redes.
«Festivales como éste son muy importantes porque hay muchos jóvenes deseosos de contar historias distintas donde no todo se reduzca a los beneficios económicos», ha dicho Oria, quien ha dedicado el premio a sus alumnos de máster, tal y como ellos le pidieron.
«Nos dan un premio conjunto en un festival de derechos humanos y eso coincide con lo que creemos del cine, que además de divertir debe dejar constancia de la realidad y servir para crear una sociedad más justa«, ha expresado Armendáriz.
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