(EFE). La joven que fue rescatada el pasado sábado junto a las rocas de Mompás en San Sebastián pasó cinco horas y media flotando en el mar, «sin ponerse nerviosa» y «esperando» para salvar la vida.
El padre de esta chica, Rafael Zamora, ha desvelado, en una carta remitida a la prensa local, los detalles de este suceso, que se resolvió felizmente a las 00.40 horas del domingo cuando un helicóptero de Salvamento Marítimo rescató en buen estado a la mujer.
Zamora explica que su hija se acercó a la playa de la Zurriola sobre las 19 horas y accedió por la parte central para darse un baño y fue arrastrada mar adentro por las peligrosas corrientes de este arenal urbano donostiarra, hasta quedar cerca de las rocas de Sagües.
El padre sostiene que había bastante oleaje, por lo que su hija intentó apartarse de las rocas para evitar «un mal golpe» y «mantuvo la calma simplemente flotando».
«Como la orilla estaba muy lejos, decidió ir mar adentro a pedir socorro a un pequeño barco que estaba cerca. No sé si la vio o no, el caso es que el barco se fue. Entonces decidió esperar, no ponerse nerviosa, no nadar a crol ni cosas parecidas, sino quedarse de espaldas, haciendo la plancha. Así estuvo cinco horas y media», relata el padre.
Poco antes de las 22 horas un compañero de la joven llamó a Zamora para alertarle de que, después de buscar a la chica más de una hora por la playa, había encontrado su toalla, su ropa y sus chancletas junto a la orilla, pero no conseguía localizarla.
«La cosa pintaba muy mal», admite Rafael Zamora.
Una vez dada la voz de alarma se activó un dispositivo de búsqueda en el que participaron la Ertzainza, bomberos, Cruz Roja, protección civil, la Policía Municipal, el servicio marítimo de la Guardia Civil y el helicóptero Helimer de Salvamento Marítimo, que se movilizó desde Santander.
«Pasan las horas y nos vamos preparando para lo peor. Pero sobre las 00:30 horas de la madrugada recibimos la insólita noticia de que el helicóptero Helimer la ha encontrado en el agua con vida camino de Mompás. La rescatan, y como no les queda mucho combustible deciden llevársela al hospital universitario Marqués de Valdecilla en Santander, donde el helicóptero tiene su base», explica el padre.
«No es David Meca, pero contaba a su favor que era agosto, el agua estaba a 24º, y desde pequeña sabía que al mar no había que tenerle miedo pero sí respeto», añade.
Zamora, que expresa su agradecimiento a todos los que participaron en el rescate, lamenta que sólo haya un helicóptero especializado en salvamento marítimo en el Cantábrico.
«Llevamos a Ucrania todo tipo de armas y aviones, ¿y solo tenemos un helicóptero de salvamento marítimo para toda la costa cantábrica?», afirma.
Como la temperatura del agua en verano no es baja, la chica únicamente se vio afectada por una ligera hipotermia.
Deja un comentario