San Telmo Museoa presenta la exposición Ipuscua 1000 años. De Ipuscua a Gipuzkoa. 1025-2025, organizada con la colaboración de la Diputación Foral de Gipuzkoa (Gordailua) y comisariada por Iosu Etxezarraga, historiador y arqueólogo. La muestra estará abierta al público entre el 18 de enero y el 11 de mayo de 2025 y se plantea como un viaje a lo largo de 1000 años, desde el año 1025 hasta la actualidad, en que Gipuzkoa ha pasado de ser una demarcación geográfica difusa a un territorio con entidad jurídica y con instituciones de gobierno propias.
«Hemos intentado trasladar a las personas del siglo 21 hacia nuestros ancestros«, ha dicho Etxezarraga durante la presentación en que ha reconocido que ha resultado complicado dar con un discurso accesible para todos los públicos, algo que han logrado trabajando «de forma coral» entre todos los involucrados. También ha explicado que partían de otra dificultad: la falta de piezas de los siglos XI y XII.
El alcalde de Donostia Eneko Goia, capital de Gipuzkoa desde 1854, ha destacado que este mil aniversario de la primera vez en que apareció la palabra que hace referencia a este territorio es una excusa perfecta para conocer más sobre Gipuzkoa y su historia. «Y esta exposición lo hace de forma magnífica. Hay dudas, hipótesis… pero este es un viaje de mil años para conformar este territorio».
El documento de donación a San Juan de la peña en 1025 en que se menta el Territorio y los cuatro altorrelieves de Jerónimo Larrea que por primera vez han salido del archivo de Tolosa son las estrellas de la exposición.
La muestra
La definición de contenidos de la exposición ha sido realizada por con una comisión formada por personal técnico de San Telmo y de Gordailua, junto con el comisario de la exposición, Iosu Etxezarraga, y con el asesoramiento de Mikel Alberdi.
IPUSCUA 1000 años expone una evolución vertebrada en dos ejes: la geografía del territorio y su forma de gobierno. Incorpora también otros aspectos como la economía y la filosofía política, que contribuyen a comprender mejor esta transformación.
La exposición se organiza en 3 momentos cronológicos, todos ellos entorno al territorio, incluyendo varios mapas y notables piezas tanto arqueológicas como históricas de gran valor patrimonial: piezas de armería, maquetas, escudos nobiliarios, documentos, libros y relieves.
Además se han incorporado dos vídeos (cortesía de EITB Media, Elhuyar y Bilboko Arkeologia Museoa), e ilustraciones realizadas por Martintxo Altzueta.
La mayor parte de las piezas procede de las colecciones de San Telmo Museoa y Diputación Foral de Gipuzkoa, a las que se han sumado préstamos de otras entidades e instituciones: Biblioteca de la Universidad de Zaragoza, Donostiako Udal Liburutegia, Euskal Itsas Museoa, Zumalakarregi Museoa, Eusko Jaurlaritza, Gipuzkoako Artxibo Orokorra, Koldo Mitxelena Kulturunea y Tolosako Udal Artxiboa.
El inicio
Un territorio indefinido: ¿qué fue Gipuzkoa en sus inicios?, ¿por qué se menciona por primera vez en 1025?Especial relevancia en esta área tiene el documento de donación, datado en el año 1025, en el que el señor García Acenáriz y su esposa Gayla donan al monasterio de San Juan de la Peña (en Aragón) la iglesia rural de San Salvador de Olazabal (actual municipio de Altzo), junto con otras propiedades situadas en el valle medio del río Oria y la costa.
Este documento muestra a García Acenáriz como señor de Ipuscua-primera aparición documental- bajo el reinado de Sancho III el Mayor de Pamplona. No está clara la localización exacta de los topónimos mencionados en el documento, aunque algunos puntos se situarían en los límites actuales delos municipios de Altzo y Alegia. Se añaden algunas propiedades rústicas en el barrio Urkizu de Tolosa, en Altzo y en Ugarte de Amezketa.
En esta primera parte pueden verse más piezas de indudable interés procedentes de diversas excavaciones arqueológicas, como la estela de Santa Teresa, varias hebillas recuperadas de una excavación en Getaria yotras que nos permiten acercarnos a la forma de vida en aldeas y a la economía relacionada con la industria pesquera, la ganadería y la siderurgia.
Otra pieza importante es la recopilación de los Fueros, que permite comprender la importancia del crecimiento urbano y la fundación de villas a través de las cartas pueblas. La primera villa fue San Sebastián, aforada hacia 1180 por Sancho VI de Navarra, a la que siguieron Getaria, Hondarribia, Mutriku y Zarautz. En el siglo XIII surgieron otras villas en los valles de Deba y Oria, culminando el proceso a fines del siglo XIV con Urretxu.
Consolidación
A finales del siglo XIV las villas se agruparán en una Hermandad, también llamada Provincia. Esta Hermandad dio lugar a la adhesión de áreas periféricas de la vieja Gipuzkoa y terminó por constituir la máxima institución política del territorio.
En el siglo XVI las élites de las villas construirán un discurso para justificar su ascenso dentro del Imperio hispánico. Este ámbito también reúne destacables piezas como el imponente escudo de los Idiáquez, del siglo XV-XVI, la espectacular bombarda de hierro, del siglo XV, o el arcón de Berastegi -singular por su modo de fabricación y decoración-, todas ellas pertenecientes a la colección del museo, etc.
Otra de las piezas destacables de la exposición son los altorrelieves de Jerónimo de Larrea, que ofrecen una representación mitológica del escudo de Gipuzkoa, refiriéndose a la nobleza de sus habitantes por ser hidalgos y servir al rey. Cada relieve tiene su reflejo en alguno de los cuarteles del escudo de Gipuzkoa. Originalmente se colocaron en el Archivo de la Provincia (hoy Archivo General de Gipuzkoa), que se situaba en la sacristía de la parroquia de Tolosa, entre 1596 y 1600.
Tiempo de cambios
A consecuencia de las reformas liberales, a mediados de siglo Gipuzkoa adoptará los límites territoriales que tiene actualmente y establecerá una capital definitiva. Además, en 1841, tras la primera Guerra Carlista, las aduanas se trasladarán a la costa.
En la última sala se presenta una maqueta de Gipuzkoa de gran tamaño en la que se puede contemplar el territorio con sus actuales 88 localidades y los principales ríos y montañas. La maqueta es una pieza de 6 x 5 m, tallada en madera, presentada en el año 1951 en San Telmo en la exposición Plan General de Ordenación Urbanística de la Provincia de Gipuzkoa.
La exposición desemboca en la iglesia del museo, cuya visita complementa la historia descrita, convirtiéndose en colofón con los lienzos de Sert, que representan 11 escenas ligadas a la historia de Gipuzkoa y el País Vasco.
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