Tocar por primera vez en su tierra ante un público de 250 personas familia incluida, con un repertorio elegido con todo el cariño y en un enclave donde llevaba tiempo queriendo presentarse es sin duda lo que ha marcado el verano donostiarra del guitarrista Mikel Gorriti, nacido aquí y criado en Alemania, que se ‘estrenó’ el pasado sábado en la terraza de la cuarta planta de Tabakalera, en Kutxa Kultur Gauak. Demostró Gorriti, con sólo 16 años, que talento y desparpajo le sobran en el inicio de su carrera.
Eligió para su primer encuentro con el público donostiarra ‘Fantasía sobre motivos de la Traviata’ y ‘Capricho Árabe’, ambas de Francisco Tárrega, un autor de sus preferidos; ‘Jazz Sonata’ de Dusan Bogdanovic y ‘Benga Beat’ de Gary Ryan, final sorprendente y perfecto. «Perfecto, no. Me sé las obras de memoria, de hecho las elegí porque hace poco toqué en Alemania ese mismo repertorio y antes de un concierto no hay que hacer cambios. Además quería presentar cuatro piezas que fueran muy distintas y éstas lo son. Tuve un par de fallos, pero nada importante. Seguro que mi madre, que se conoce muy bien las obras, también lo notó».
Reconoce Mikel que «la presión» es distinta cuando se toca ante conocidos. «El sábado estaban mis tíos, abuelos, amigos de la familia… Es mucho más difícil tocar para ellos, aunque les gustó y yo estoy contento». De hecho no se le notaron los nervios ni al tocar ni tampoco al anunciar las obras que iba a interpretar. Ante el público de casa resultó un guitarrista muy locuaz.
El próximo reto a corto plazo será tocar en Berlín en un dúo con un contrabajo y con motivo de un encuentro artístico donde se espera a políticos de primer nivel empezando por Angela Merkel. La cita será la semana que viene. Y es que sin prisa pero sin pausa Mikel suma experiencias musicales. Recientemente fue seleccionado en un certamen como mejor intérprete de una pieza moderna (precisamente ‘Benga Beat’ de Gary Ryan, la que cerró el concierto en Tabakalera y que impactó especialmente al público).
Pese a todo no tiene claro este donostiarra residente en Leverkusen por motivos profesionales de su padre que la guitarra vaya a ser su principal destino musical. «Me quedan dos años para decidirme. A día de hoy estoy en un internado en Weimar, estudio también canto y piano y tampoco descarto ser profesor de música».
Desde luego la música sí figura en su ADN, aunque en su caso no le viene de familia. «A mi madre le gusta, nada más. Mi hermano sí que toca el violín y la batería, aunque lo hace por afición».
Considera el joven, sin entrar en comparaciones, que en Alemania dedicarse profesionalmente a la música es muy factible, ya que es un país donde se protege especialmente la cultura.
En todo caso Mikel Gorriti ya se ha presentado en Donostia y cabe pensar que habrá más reencuentros. Merece la pena seguirle los pasos…
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