(Javier Herrero/EFE). Transcurridos 35 años de «Por tierras escocesas» (1985), el primer disco de Duncan Dhu, Mikel Erentxun se propuso grabar «no un grandes éxitos, sino un álbum de celebración» de toda su carrera, también de la etapa en solitario, en directo y, sobre todo, acompañado de amigos que le han hecho llorar de emoción.
«Todos ellos grabaron unas entrevistas y las cosas que dijeron de mí son increíbles. Lloré. Yo me podría morir mañana y este disco sería mi epitafio», afirma convencido a Efe este músico donostiarra pero nacido en Venezuela que en 2019 publicó el que hasta ahora era su más reciente trabajo, «El último vuelo del hombre bala».
Este viernes lanza «Amigos de guardia» (Warner Music) con 24 ilustres invitados y 20 canciones, algunas muy conocidas, como «Mañana» con Zahara y Leiva o «A un minuto de ti» con Coque Malla, y otras que son casi «caras b» como «Intacto» con Quique González o «Veneno» con Bunbury, que abre el álbum.
«Es sobre todo gente que admiro. Yo pensé que algunos pasarían de mí porque están en otro mundo, como Viva Suecia (‘Llamas de hielo’), Xoel López (‘Si te vas’) o Anni B Sweet (‘Ángel en llamas’), que vienen del indie y a los que llevo 20 años de ventaja, pero todos se apuntaron sin titubear y eso me llenó de orgullo», destaca.
Maika Makovski eligió volver a interpretar «Cicatrices», que grabaron juntos para el reciente «El hombre sin sombra» (2017), de la misma forma que Iván Ferreiro se decantó otra vez por «De espaldas a mí», el mismo que hicieron en el disco en directo «Tres noches en el Victoria Eugenia» (2008).
«Iván me dijo: ‘Yo he hecho un montón de colaboraciones, pero el primero que me llamó cuando nadie me conocía fuiste tú con esta canción y por eso quiero cerrar el círculo», rememora Erentxun (Caracas, 1965), que también ha contado con Andrés Calamaro («A tientas»), Eva Amaral («Entre salitre y sudor») o Nina de Juan («El mejor de mis días»).
Desde su punto de vista, «la canción más emotiva» es «Quien se acuerda de ti», junto a su excompañero Diego Vasallo. «Sin él, este proyecto no habría tenido aprobación moral, porque casi la mitad del repertorio es de Duncan Dhu. Cuando le conté la idea, le pareció genial y me encantó que se uniera con un tema que no era de la banda», destaca.
Revela que a los primeros a los que llamó fue a Bunbury, Malla y Santi Balmes. Este escogió la icónica «En algún lugar», «un tema para el que pareciese haber nacido, porque se la lleva a su terreno manteniendo la esencia, como han hecho todos», indica de una lista en la que a los 23 primeros se les permitió escoger, de ahí que algunos coincidan en la misma canción o falten otras emblemáticas.
«Me di cuenta de que había un disco que clamaba al cielo que no tuviese representación, el más importante en la historia de Duncan Dhu y, por tanto, de mi carrera, que era ‘Canciones’ (1986), en el que están ‘Cien gaviotas’, ‘Jardín de rosas’…», rememora.
Para rescatarlo, su compañía le aconsejó dos nombres de artistas asociados cada uno a un tema y él optó por ‘Esos ojos negros’ con Amaia Romero, la más joven de estos «amigos de guardia».
«Ella no conocía ni la canción ni el grupo, pero de los 8 adelantos del álbum, el suyo es el que más éxito ha tenido», señala Erentxun, antes de destacar que la navarra le ha permitido llegar a un público joven del que estaba «muy lejos» por edad.
Ese es uno de los propósitos de este trabajo, que actualiza todas sus canciones, un repertorio «con 35 años de diferencia» pero que, grabado en directo con la misma banda, cobra una sonoridad homogénea y presente. «Solo podrías percibir qué canciones son más antiguas porque creo que escribo mejor ahora que entonces, así que si se notara en algo, sería en las letras», observa.
Con el tiempo se ha dado cuenta de gente que se quedó fuera del proyecto, «como Tarque o Loquillo», nombres suficientes para hacer un segundo disco. «Por repertorio y por amigos podría haber hecho un cuádruple álbum», celebra Erentxun, que arrancará la gira de presentación el próximo 9 de enero en su querida San Sebastián.
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