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Mike Leigh: «La vida es una comedia, es ridícula. ¿Quién no se ha reído en un funeral?»

El director británico acude con la película "Hard Thruths (Mi única familia)' para competir en el Festival de Cine de San Sebastián

Mike Leigh con su película «Hard Thruths (Mi única familia)’ en el Festival de San Sebastián con la actriz Marianne Jean-Baptiste. Foto. Santiago Farizano

(EFE). Mike Leigh vuelve a poner el foco de su cine en el comportamiento de las personas, en «cómo hablan y cómo se expresan», en su nueva película «Hard Thruths (Mi única familia)’, que ha presentado este jueves en el Festival de Cine de San Sebastián, donde compite en la Sección Oficial.

«Mi cine tiene que ver con una condición humana universal, es muy triste y muy divertido porque así es la vida, lo que me preocupa -ha dicho- es que puedas relacionarte con lo que está sucediendo».

«La vida es una comedia, es ridícula, tú eres ridículo. Que levante la mano quien no se ha reído alguna vez en un funeral«, le ha espetado entre risas el director británico al periodista que en la sala de prensa del Kursaal le preguntaba por la relación de su obra más emblemática, «Secretos y mentiras» (1997) con la que hoy presentaba en el Zinemaldia, protagonizada, como aquella, por la actriz Marianne Jean-Baptiste, a su lado en la rueda de prensa.

Dividida en dos partes (más o menos, tampoco ha sido deliberado, dice el director de ‘Happy, un cuento sobre la felicidad’, 2008), el comienzo de ‘Hard Truths’ tiene que ver con establecer el mundo de los personajes y la segunda parte, admite, es para entrar en profundidad estas relaciones.

Para Pansy (impresionante en su enfurruñamiento constante Mariane Jean-Baptiste), la vida es una lucha constante. Llena de dolor físico y mental, se relación con el mundo a puñetazos: discute con su familia, con su dentista, con la cajera del súper, argumenta barbaridades para justificar su decepción con la vida y no puede con el cansancio, sobre todo, de sí misma.

Su marido Curtley (David Webber) hace tiempo que no sabe cómo tratarla, mientras Moses (Tuwaine Barrett), su hijo, vive inmerso en su mundo, apenas dice una palabra y lo único que hace durante todo el día es caminar sin rumbo por la ciudad; sólo su cariñosa hermana Chantelle (Michelle Austin) la comprende y trata de ayudarla.

Pero Leigh afirma que no quiere que el espectador se vaya de la película con respuestas, sino con «sus propias aspiraciones para Pansy». La película no tiene que ver con la incomunicación, o con la salud mental de sus personajes, dice.

El británico, siete veces nominado a los Óscar por cintas como la mencionada ‘Secretos y mentiras’, o ‘El secreto de Vera Drake’ (2005) es fascinante en su exploración del mundo contemporáneo, aquí con un estudio tragicómico de las «fortalezas y debilidades humanas», como el propio Leigh define ‘Hard Truths’.

«Yo nací en la guerra, crecí en los 40 y 50 en un momento en el que la comunicación era una cosa muy rara. Me gusta volver a lo que he dicho, esto tiene que ver con una condición universal».

«Pero Pansy comunica muy bien», se ríe a su lado Jean-Baptiste.

El director, barba blanca muy poblada y menudo, ha desvelado con la sencillez de los genios cómo es su forma de trabajar: lo primero, usar actores y actrices apasionados, que no sean narcisistas y que sean capaces de empaparse de los detalles de la gente de la calle.

Ahí, dice, Baptiste es «una de las más grandes», mientras ella explica que el secreto es ensayar mucho y construir «capa a capa hasta que sale lo que se ve en la película». Leigh rueda, además, de manera cronológica.

«La hermosura de este personaje es que no está explicado en detalle, no está la cosa que le ha convertido en lo que es, su infancia, sin duda, pero hay pistas», aporta la actriz.

Después, «crear una realidad orgánica, si se habla o hay silencios es una porque es la realidad, una realidad continua en la que no pensamos si hay o no silencios: es lo que acontece, si hay silencios, no son silencios autoconscientes».

Y por último, el montaje, uno de los momentos «más placenteros» del proceso. «Rodamos un material muy orgánico y solido, no grandes cantidades de metraje, pero sí está muy destilado al final (…) El montaje depende más de los matices de la interpretación», apunta.

También habla de su montador de siempre, Jon Gregory, fallecido en 2021, y de su sustituta, Tania Reddin, «una joya, muy joven pero experta», que le aportó «su visión propia». «No me gusta trabajar con alguien que solo sigue tus instrucciones», ha dicho el octogenario.

En resumidas cuentas, ha concluido Leigh, «la película la hemos hecho para todos cuantos tienen ‘Pansys’ en sus vidas».


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