Mucho tiempo y muchas discusiones han transcurrido hasta llegar a un acto como el este mediodía en la Avenida de la Libertad 7-9, donde se ha colocado la primera placa en memoria de las víctimas del terrorismo. A este homenaje seguirán tantos otros como familias deseen. Familias de las víctimas, autoridades y vecinos se han dado cita en lo que sólo es el inicio de un proceso, según ha manifestado el alcalde Eneko Goia.
«Perdono a quienes mataron a mi hermano, yo ya me curé», ha expresado Jesús Elícegui, hermano del asesinado José María Elícegui, uno de los cuatro homenajeados hoy. Y es que cinco personas fallecieron en el atentado de ETA dirigido contra el presidente de la Diputación Juan María Araluce el 4 de octubre de 1976.
Aquel día, además de Elícegui, que era el chófer, y el propio Araluce, murieron también tres escoltas. Dos de ellos también figuran en la placa, Antonio Palomo y Luis Francisco Sanz Flores. El tercero, Alfredo García, no está aún incluido porque no se ha podido localizar a su familia, si bien queda libre un espacio para su inscripción.
Maite Araluce, hija del asesinado Juan María Araluce y presidenta de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), ha agradecido que «por fin» haya un reconocimiento a estas personas en el lugar donde perdieron la vida. «Mientras recordemos a las víctimas no desaparecerán», ha manifestado.
Por su parte el alcalde Eneko Goia ha recordado que se trata de personas que murieron de una forma injusta y que el acto de hoy es sólo el inicio de un proceso. «Esto venía de muy atrás», ha expresado.
Junto a él estaban el teniente de alcalde y concejal socialista Ernesto Gasco, la concejala Duñike Agirrezabalaga, la popular Miren Albistur y los concejales Jon Insausti y Juan Ramón Viles entre otras autoridades.
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La primera placa en homenaje a las víctimas del terrorismo se colocará el 23 en la Avenida
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