Hace un mes los vecinos de la calle Azkuene, a la altura del Nº 50, vieron cómo la lluvia provocaba un derrumbe del terreno frente a su casa y desde entonces un árbol ‘sobrevuela’ la calzada y parte del terreno de la vivienda de Rakel Sancho, que pide que acudan los técnicos a retirarlo para que desaparezca el peligro. «Por ahora no ha venido nadie aún. Solo una patrulla de policía de Donostia a hacer fotos en su día y ya está», cuenta la vecina, que reconoce que tiene «miedo» ante las consecuencias de la posible caída del árbol.
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