Los 1.350 metros del Urumea a su paso por Martutene ya disponen del ancho de cauce diseñado para contener los caudales copiosos del río. Así lo han atestiguado en la visita a las obras de la FASE II de defensa ante crecidas del Urumea a su paso por Martutene la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, y el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, acompañados por el director general de la Agencia Vasca del Agua, Antonio Aiz, y la viceconsejera de Sostenibilidad Ambiental, Amaia Barredo.
Esta segunda fase cuenta con un presupuesto de 15 millones de euros, que sumados a los 20 de la anterior suponen una inversión total de 35 millones para la defensa contra las crecidas del río Urumea, que recibirán financiación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, FEDER.
Dichas obras de la FASE II de defensa ante inundaciones del Urumea, entre el puente de Martutene y el del polígono 27, dan continuidad a las obras de ensanchamiento del cauce aguas arriba del puente de Martutene concluidas en 2018. Durante el 2020 se ha trabajado en el ensanchamiento del cauce de los 25 metros que presentaba antes a los 45 metros de ancho actuales, a lo largo de 500 metros del tramo.
Asimismo la actuación hidráulica ha permitido realizar mejoras urbanísticas en el entorno. Se ha construido el vial que conecta de nuevo la rotonda del Polígono 27 con el barrio de Martutene, así como el paseo peatonal que termina a la altura del puente del citado polígono. «En este punto el río no se veía y no lo queríamos mirar, porque no era más que fuente de problemas. La justificación sobre la necesidad de esta intervención es evidente”. Ha declarado Eneko Goia, alcalde de la ciudad.
La mayor actuación se ha llevado a cabo en la margen derecha, donde se ha completado con la conservación patrimonial del antiguo horno calero de Latsuene, que ha sido desmontada piedra a piedra y reconstruida fielmente unos metros más abajo.
Los trabajos en curso
En estos momentos se están llevando a cabo distintos trabajos dentro de la obra. Cuando terminen con dicho trabajo, la margen izquierda y derecha será transitable para peatones y ciclistas hasta el Apostolado mediante un paseo de ribera, que conectará el Polígono 27 con el bidegorri al centro de la ciudad.
El encauzamiento en la margen izquierda en el tramo inmediatamente aguas abajo del puente de Martutene consiste en una pared vertical a lo largo de los primeros 200 metros, que genera un área estanca. Ello requiere culminar los trabajos del tanque de tormentas al que derivar las aguas pluviales para ser bombeadas de nuevo al Urumea, una actuación necesaria para garantizar el drenaje urbano.
La defensa ante las crecidas del Urumea a su paso por la densa trama urbana previa a su desembocadura en La Zurriola también ha requerido de actuaciones adicionales como el puente ferroviario de ETS, y la sustitución del colector de aguas residuales en Loiola (2014), la ejecución que se está llevando a cabo del puente de Astiñene, o el acondicionamiento hidráulico del puente de acceso a los cuarteles cuando estos se reviertan en la ciudad.
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