Parkea Bizirik kukulunbera denuncia en una nota que ni el Ayuntamiento ni la Diputación han presentado planes para amortiguar los efectos de la obra del enlace de Marrutxipi. «Medidas que aminoren la circulación y frente a las temperaturas adaptación de tejados con vegetación, plantación de más arbolado en calles y parques, corredores verdes, láminas de agua…»
El Ayuntamiento de San Sebastián acaba de publicar el mapa del ruido del tráfico de la ciudad y Parkea Bizirik kukulunbera destaca que la zona donde se va a construir el acceso de la variante de Marrutxipi está entre las tres zonas acústicamente más contaminantes de la ciudad.
La asociación y los vecinos critican, en este contexto, que con esta obra han sido derribados 665 árboles gigantes: «los 180 árboles del Paseo de Mons de la parcela municipal, los otros 362 también de este paseo pero en terreno de Diputación, así como otros 123 que se encontraban en la mediana de la autopista, también pertenecientes a una parcela foral».
En un informe Parkea Bizirik destaca que eran espectaculares y de gran porte, «de esos que superan con creces la altura de edificios de 5 plantas». «Los contabilizamos uno a uno. Un arce aquí, un ciprés ahí. El roble ahí y el tilo, allá. Junto a ellos fresnos, plataneros, eucaliptos, laureles…» Con las consiguientes aves alrededor.
Según los ecologistas, en el informe del estudio de impacto ambiental elaborado por Ekos y Ekolur, que está en internet, no aparece la cantidad de árboles que había que derribar para construir el acceso a la autopista, ni por cuántos van a ser reemplazados.
Y Parkea Bizirik también observa que los autores del informe prevén que hasta el año 2040 las olas de calor tan sólo aumenten un 10%, lo cual es «ridículo», según la asociación.
«¿No estamos los donostiarras en situación de emergencia climática desde el 17 de marzo de 2020?», se pregunta Parkea Bizirik, apuntando de forma clásica hacia «la clase política».
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