(EFE). La Fiscalía y la acusación particular han mantenido este jueves sus respectivas peticiones de ocho meses de cárcel en el tercer juicio celebrado hasta el momento contra el fotógrafo Kote Cabezudo, en esta ocasión por mostrar presuntamente una foto «de corte erótico» de una joven en una red social sin respetar el mandato judicial de que la retirara.
La vista por estos hechos ha tenido lugar este jueves a puerta cerrada en el Juzgado de lo Penal número 5 de San Sebastián, donde la víctima ha prestado declaración a través de una videoconferencia interna, entre otras medidas de seguridad adoptadas para garantizar sus derechos, han informado a EFE fuentes del caso.
Durante el juicio, que ha quedado visto para sentencia, la defensa ha mantenido la inocencia de su patrocinado.
Según la versión de las acusaciones, los hechos se remontan a marzo de 2013, cuando el inculpado habría subido una imagen de esta chica a una cuenta de una red social en la que se dedicaba «a promocionar trabajos fotográficos de corte erótico realizados por él mismo».
En su escrito de acusación, la Fiscalía recuerda que, en el seno de la causa principal que se sigue contra Cabezudo, la Audiencia de Gipuzkoa le ordenó en 2014 retirar de internet «todo el material fotográfico o videográfico» que tuviese relacionado con sus presuntas víctimas.
Un mandato en el que volvió a insistir en enero de 2017 un Juzgado de Instrucción, bajo el apercibimiento de que, de no hacerlo, podría «incurrir en un delito de desobediencia».
«A pesar de estas dos resoluciones judiciales y del tiempo sobrado que ha tenido» para retirar la imagen, argumenta el Ministerio Público,»la fotografía seguía públicamente accesible en mayo de 2018 por la inacción consciente del acusado, que conocía perfectamente las responsabilidades penales a las que se enfrentaba».
Por este motivo, las acusaciones consideran a Cabezudo responsable de un presunto delito de desobediencia a la autoridad judicial y han pedido en el juicio de hoy que sea condenado a ocho meses de reclusión, si bien la representación de la víctima, que era menor de edad cuando se captó la imagen, ha reclamado asimismo una compensación de 3.000 euros para la chica.
El denominado «caso Cabezudo» es un complejo asunto judicial con una causa principal, iniciada en 2013, en la que el fotógrafo se halla procesado por la posible comisión de 47 delitos, varios de ellos contra la libertad sexual de sus modelos, y de la que cuelgan múltiples pequeñas causas desgajadas.
Hasta el momento, el fotógrafo ha sido condenado en firme en una de estas piezas separadas, a dos años y tres meses de cárcel, por tratar de «intimidar» a una testigo colgando en una red social una fotografía suya desnuda.
Además, una segunda condena a cinco meses de prisión -por aportar a la Justicia contratos falsificados para simular que una de sus modelos era mayor de edad-, ha sido apelada ante la Audiencia de Gipuzkoa.
A la espera aún de fecha para la celebración de la vista oral de la causa matriz, el fotógrafo tendrá que afrontar próximamente otras dos nuevas vistas, en febrero y en abril, por presuntamente intentar borrar imágenes de un servidor informático antes de que la Ertzaintza pudiera acceder a él con el fin de obtener pruebas para la investigación del caso, así como por un presunto delito de desobediencia grave a la autoridad.
En este último caso, al igual que en la vista celebrada hoy, por no respetar presuntamente la orden judicial de hacer desaparecer cualquier vídeo o imagen de una de sus presuntas víctimas que pudiera tener en sus páginas web o en cualquier «perfil público de una red social» en el que apareciera la perjudicada.
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