Los sindicatos han denunciado hoy en Euskadi que «la atención primaria sigue en una situación de colapso debido a las carencias estructurales anteriores a la pandemia» y han convocado manifestaciones en las tres provincias vascas el próximo 23 de enero a las 12 horas. En Donostia la marcha partirá del Boulevard.
SATSE, ELA, LAB, CCOO y UGT recuerdan que el pasado 22 de diciembre se realizaron concentraciones en los centros de salud de atención primaria de Osakidetza para denunciar «la insostenible situación». «Sin embargo ésta ha empeorado aún más. La escasez de las plantillas es ya tan evidente que Osakidetza ha decretado, entre otras, medidas como el autotest covid, es decir, que cada paciente recoja su propia muestra por carecer de un número suficiente de profesionales para realizar esta tarea».
Los sindicatos reiteran que «hace apenas dos meses Osakidetza decidió prescindir de 4.000 profesionales«, que «hace unos días se exigió al personal residente trabajar gratis«, que «la plantilla soporta una tasa de temporalidad que roza el 60%«, que «se han desmantelado los equipos de vacunación y rastreo«, que «no se sustituyen bajas, vacaciones y otras ausencias«, que «se ha decidido restringir los horarios de centros de atención primaria»… y un largo etcétera.
Según los sindicatos la actual crisis sanitaria ha venido a agravar, aún más, una situación que es estructural y muy anterior a la pandemia. «Ya en 2019 los trabajadores de la primaria secundaron tres jornadas de huelga para denunciar la gravedad de la situación que se vivía entonces. A día de hoy, dos años después, la situación ha ido a peor», aseguran.
También inciden en «la falta de planificación» y en que falta refuerzo e inversión, y apuntan al aumento exponencial de la carga de trabajo derivada de la gestión de la pandemia.
La atención hospitalaria tampoco se libra de estos problemas estructurales según los sindicatos, ya que «las Uci están cada vez más tensionadas, las cargas de trabajo son extenuantes; igual que lo son la escasez de la plantilla y la alta rotación de trabajadores».
Los sindicatos apuntan a la necesidad de aumentar el presupuesto de Osakidetza hasta llegar a la media de la UE (7% del PIB), destinando un 25% del mismo a la atención primaria, entre otras medidas.
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