«Los colectivos solidarios con el pueblo saharaui aspiramos a que se respeten las resoluciones de la ONU y que haya un referéndum de autodeterminación. Y seguiremos junto a los saharauis hasta que esto se consiga«. Quien habla de esta forma es la donostiarra Maite Berzosa, la cara más visible de la Asociación de Amigos y Amigas de la R.A.S.D (República Arabe Saharaui Democrática). Una entidad que en Gipuzkoa siempre ha gozado de simpatía. En momentos especialmente complicados para este territorio la asociación sigue adelante. Y considera el cambio de posición del Gobierno español, que ahora apoya abiertamente el plan de Marruecos para este territorio, como «otro batacazo más» por parte del citado Ejecutivo.
La inquietud de Maite Berzosa por la situación del Sáhara cristalizó en el año 2000, cuando cuatro familias gipuzkoanas viajaron con sus hijos a los campamentos. «Nos alojamos con familias, como es la costumbre, y vivimos una experiencia inolvidable tanto nosotros como para nuestros hijos. Vimos la realidad de los refugiados saharauis y su gran hospitalidad».
De aquel primer encuentro recuerda «la alegría de los niños compartiendo lo poco que tenían entre ellos y disfrutando alrededor de las haimas cuando no estaban en la escuela».
A Berzosa le marcó aquel viaje y a la vuelta varios miembros del grupo decidieron involucrarse activamente en la Asociación de Amigos y Amigas de la R.A.S.D.
Esta entidad gestiona diferentes proyectos en los campamentos y casi todos los años dos de sus miembros visitan los campamentos para ver la marcha de los mismos y anotan nuevas necesidades. «Yo he estado nueve veces en los campamentos. Mantenemos una relación muy estrecha con los responsables de los proyectos y sus familias, que tienen continuidad por WhatsApp o por email».
A lo largo de todos estos años destacan algunas iniciativas que han mejorado la calidad de vida allí como el Centro de Educación Especial y el Centro de Salud de Mahbes, ambos en Smara, un proyecto con bidones de agua para las familias de Bojador, y dos programas con mucho seguimiento: la Caravana anual de alimentos y las Vacaciones en Paz.
Gracias a la relación con la asociación y a las instituciones hace años vinieron varios saharauis a estudiar ayudados por el Ayuntamiento donostiarra y una vez terminados sus estudios algunos decidieron quedarse y formar familias. «Los que han ido viniendo después llegan a esas familias y se buscan la vida como pueden». Apunta Berzosa que hay varios casos en Gipuzkoa, no tantos en Donostia por la carestía de los alquileres.
Respecto al Gobierno español, que apoyó abiertamente el plan marroquí de autonomía para la ex colonia española, Berzosa reconoce sobre todo «el cansancio» de los saharauis. «Llevan sufriendo esta situación más de 40 años. España se ha desmarcado de sus responsabilidades dentro del marco de la legalidad internacional. El apoyo del presidente del Gobierno Pedro Sánchez arranca de la premisa falsa de que Marruecos ostenta la soberanía sobre el Sáhara occidental y que por ello puede ofrecer la autonomía».
Es «otro batacazo» más, afirma la activista. «Los dirigentes españoles empezando por Felipe González, siguiendo por Rodríguez Zapatero y con la puntilla de Pedro Sánchez han prometido estar al lado de este pueblo hasta su liberación y no han dejado de traicionarles».
A los gipuzkoanos les pide «que sigan informados y respondan a las actividades en favor de los saharauis».
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