Eguzki ha denunciado hoy que los urinarios situados junto al polvorín de Urgull no están conectados a la red de saneamiento y que sus residuos se vierten directamente al monte. «Esta situación, más propia del siglo XIX que de una sociedad avanzada, es inadmisible. De hecho, es perseguible y sancionable, pero, en este caso, ¿quién va a sancionar al Ayuntamiento de Donostia por verter directamente los orines y demás, sin ningún tipo de tratamiento?», se han preguntado los ecologistas en un comunicado.
Según Eguzki hasta hace unos meses esos residuos bajaban a una pequeña pradera. «Para evitarlo han pasado un tubo y, tras agujerear la muralla histórica, ahora vierten directamente sobre un bosquete».
Deja un comentario