(EFE). Los forenses que emitieron el segundo informe sobre la autopsia a Santi Coca, el menor que falleció en 2019 tras recibir la madrugada del 26 de abril una paliza en el exterior de una discoteca de San Sebastián, han asegurado este viernes que el joven no habría muerto «si no hubiera sido agredido».
Estos forenses, pertenecientes a la Subdirección de Bizkaia del Instituto Vasco de Medicina Legal, han declarado esta mañana en la sexta sesión del juicio con jurado que se sigue por estos hechos en la Audiencia de Gipuzkoa, en el que cinco jóvenes se enfrentan a una petición de veinte años de cárcel, mientras que un sexto se encuentra huido.
La comparecencia de estos dos forenses de Bizkaia resulta clave para este caso, ya que han mantenido que el origen del sangrado cerebral que acabó con la vida de Santi Coca, quien tenía 17 años cuando murió, fue una «hemorragia subaracnoidea (HSA) aislada de origen traumático», mientras que sus colegas que elaboraron el primer informe de autopsia en San Sebastián no pudieron ayer decantarse entre un origen «natural» o uno «traumático» y fijaron su causa como «indeterminada».
Autopsia de «calidad excelente»
Sin desacreditar la actuación de sus colegas de Gipuzkoa, cuya autopsia han calificado como de «una calidad excelente», los forenses de Bizkaia han «discrepado» de ellos y, «sin dudar de su muy alta capacidad», han mantenido que si Santi Coca no hubiera sido «agredido» aquella noche, «no habría fallecido».
Para argumentar esta afirmación, los expertos han descartado primero que el fallecimiento tuviera una causa natural porque, entre otros motivos, este tipo de hemorragias son «sumamente excepcionales» en personas de la edad de Santi Coca y porque además suelen ir precedidas de «sintomatología previa» como dolores de cabeza.
En cuanto a un posible origen traumático de la hemorrágia, estos especialistas han precisado que, de haberse detectado en el caso «fracturas o contusiones cerebrales» éstas habrían sido un elemento «importante», si bien las «pocas lesiones externas» y de «escasa entidad» que presentaba el joven junto al «desproporcionado resultado final» les lleva a concluir que padeció una «hemorragia subaracnoidea aislada de origen traumático».
Casos similares
Para ello, han recordado la existencia en la literatura médica de otros casos similares, «en peleas» y «contextos violentos», de personas jóvenes afectadas por esta dolencia a partir de «lesiones relativamente no graves» y en «presencia de alcohol», como también ocurría con Santi Coca.
En este punto, han puesto de relieve que el «contexto» de una pelea tras la que el menor falleció también resulta «esencial», así como la «inmediatez» con la que tuvo lugar luego el fallecimiento, dado que es «algo» que, según han insistido, no se puede «ignorar».
Por todos estos motivos, han considerado que el caso «cumple todos los criterios diagnósticos de la HSA traumática aislada» y han sostenido que la muerte del menor fue de origen «traumático» y de «etiología medico legal homicida», a pesar de que el traumatismo que sufrió la víctima «podría haber sido relativamente moderado», y teniendo en cuenta además que «el consumo reciente» de alcohol «podría haber intervenido como un factor concausal» de los hechos.
Encaja en el «puzzle»
A partir de todos estos datos, «en el puzzle encaja una muerte traumática, pero no una natural», han concluido.
En la sesión de este viernes también han testificado dos peritos de parte propuestos por la acusación particular que ejerce la familia del fallecido, quienes han declarado a través de videoconferencia desde Madrid y que han concluido que, «desde el punto de vista médico legal», ha quedado «suficientemente acreditada la relación causa efecto entre los golpes recibidos, la hemorragia subaracnoidea (que sufrió la víctima) y su fallecimiento, al cumplirse los criterios científicos que analizan la relación causa efecto».
Estos facultativos, que han admitido no haber tenido en cuenta el índice alcohólico que presentaba el fallecido al no ver su «relación» con el objeto de su informe, han considerado que la muerte no tuvo un origen «natural», algo sobre lo que han asegurado no tener «dudas» porque «concuerda con una causa violenta».
Por su parte, las defensas de los cinco acusados han puesto en duda el informe de estos profesionales de parte, a quienes han cuestionado sobre si han dispuesto de toda la información disponible para llegar a sus conclusiones, así como que en ellas hagan alusión a lesiones en órganos internos como el bazo, el hígado o el pulmón no recogidas en el informe final de la autopsia realizada a Santi Coca.
Está previsto que el juicio se reanude el próximo lunes con la comparecencia de dos peritos y diferentes agentes de la Ertzaintza que tomaron parte en el caso. Más información sobre el caso, aquí.
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