Son los restos de Alberto Sololuze, natural de Eibar, los que han aparecido desde el domingo en el vertedero de Zaldibar según ha adelantado hoy Radio Euskadi en referencia a las pruebas de ADN realizadas en los huesos. Sololuze permanecía desaparecido junto a otro compañero, Joaquín Beltrán, que también fue sepultado por el alud de escombros que tuvo lugar en febrero. Junto a los restos de Sololuze había efectos personales.
Cabe recordar que el pasado mes de febrero se produjo un derrumbe que provocó la muerte de los trabajadores Alberto Sololuze y Joaquin Beltrán, cuyos restos se siguen buscando.
Con el deslizamiento y las muertes se dieron diversas circunstancias que pusieron en jaque la actuación institucional en este asunto y también la de la empresa: la aparición de amianto en el vertedero, el hecho de que inicialmente los trabajadores no estaban correctamente pertrechados en la búsqueda de los cuerpos, el incendio que comenzó después y tardó varios días en apagarse, la calidad del aire que obligó a cerrar ventanas de Zaldibar y sus localidades vecinas durante días, la sobreexplotación que aparentemente motivó el derrumbe…
El pasado mayo y a colación de unas preguntas del Partido Popular la Comisión Europea anunció que dada la “gravedad del caso” pretendía examinar lo sucedido y pedir información a las autoridades españolas. Quien respondió fue el comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius.
A finales de julio se produjeron tres detenciones en relación con el suceso y los tres detenidos están en libertad provisional: el propietario del vertedero José Ignacio Barinaga, la administradora única Arrate Bilbao, y el ingeniero director técnico del vertedero, Juan Etxebarria.
Plataformas de Zaldibar, Ermua y Eibar no cesan las muestras de repulsa ante lo sucedido y siguen buscando que se diriman responsabilidades por el trágico suceso.
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