(EFE). La Asociación de Empresarios de Hostelería de Gipuzkoa exige recuperar «de inmediato» los aforos al 50 % en el interior de los locales y la hora de actividad nocturna ante la evolución de la pandemia, e incide en que el «LABI no puede cerrar por vacaciones en plena temporada alta».
El secretario general de esta agrupación, Kino Martínez, acompañado por el vocal de restauración de la Junta Directiva, David Vega, ha rechazado en una rueda de prensa en San Sebastián el tratamiento que recibe este sector que, a su juicio, sufre las consecuencias de la «mala gestión» pública de la pandemia.
Martínez ha estimado que entre 200 y 300 establecimientos hosteleros guipuzcoanos cerrarán en el próximo año y medio, algunos de los cuales reabrirán, aunque muchos otros echarán la persiana definitivamente.
El secretario general de Hostelería Gipuzkoa ha pedido que se rebajen las restricciones en el sector y «se equiparen» los protocolos de control de contagios en la hostelería a las del resto de actividades económicas de Euskadi.
«Somos el único sector que desinfectamos tras la aparición de un positivo y que se nos cierra por contagio de un solo trabajador, lo que no ocurre en empresas de ningún otro ámbito», ha denunciado.
Ha demandado también que se modifique la orden de ayudas a los sectores afectados, ya que las solicitudes planteadas, pese a la ampliación de plazo en dos meses, no llegarán al 20 % del total previsto.
Martínez considera además que los próximos presupuestos vascos deberían recoger un fondo de ayudas para los sectores damnificados por las restricciones que han estado en vigor en 2021 y que, en el caso de la hostelería vasca, son superiores a las del año pasado.
Ha recordado que en verano de 2020 se podía abrir hasta las 2 de la madrugada, sin restricciones de aforo salvo para el ocio nocturno (60 %) y una limitación de diez personas por mesa, mientras que las barras estaban abiertas.
Frente a esta situación, ahora mismo el cierre debe ser a la una de la madrugada, el aforo interior al 35 %, el máximo por mesa es de seis personas y las barras están cerradas pese a que «el 70 % de la población está vacunada», ha recalcado.
Ha defendido además que la hostelería «no tiene absolutamente nada que ver» con la denominada quinta ola y que, en todo caso, la bajada de la tasa de incidencia en Euskadi está relacionada con el fin de los viajes de fin de estudios y las «no fiestas» y en ningún caso con los «cuatro días» de aforo más reducido en los bares.
Se ha mostrado además partidario de ofrecer un ocio nocturno «profesionalizado», que disuadiría a los jóvenes de organizar «botellones» ilegales imposibles de controlar.
En cuanto a la idoneidad de implantar un pasaporte covid para acceder a locales de hostelería, Kino Martínez no se ha mostrado partidario de instaurarlo en Euskadi salvo que desaparecieran las restricciones que afectan a su actividad ya que, de lo contrario, entienden que sería «contraproducente».
En cuanto a las perspectivas del sector de alojamientos para la actual temporada estival, Hostelería Gipuzkoa estima que la ocupación rondará el 62 %, con lo que será algo superior a la del año pasado, que se situó en el 48 %.
Se percibe también un incremento del turista nacional en detrimento del procedente de Francia o Reino Unido, mientras que las tarifas continúan siendo inferiores aproximadamente en un 10 % a las que vigentes en el verano de 2019.
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