Los cines de Euskadi han perdido 2,6 millones de espectadores desde principios de año en comparación con el mismo periodo de 2019. Si el pasado año 4 millones de personas acudieron a las salas vascas desde el 1 de enero al 8 de noviembre, este año han sido únicamente 1,4 millones, un 65% menos.
Este descenso del número de espectadores tiene una incidencia directa y gravísima en la cuenta de resultados de los cines, que han visto cómo sus ingresos se han reducido considerablemente en lo que va de año. La asociación de cines EZAE ha realizado un cálculo estimando que las pérdidas acumuladas en la cuenta de resultados de los cines vascos, con respecto al mismo periodo de 2019, están en el entorno de los 10 millones de euros.
Con estos datos es totalmente comprensible que «buena parte de los cines de Euskadi haya cerrado ya sus puertas», según advierte EZAE. «El descenso de los aforos determinado por las autoridades, junto a la limitación de horarios y la imposibilidad ahora de mantener sus bares abiertos, ha abocado a un panorama desolador para muchas salas. A todo ello se suma la falta de estrenos, que ha sido una constante desde el inicio de la pandemia».
Esta situación de emergencia llega pese a que tal y como insiste la asociación EZAE se ha comprobado que las salas de cine son lugares totalmente seguros en los que no ha habido brotes y en los que se siguen escrupulosamente todas las medidas sanitarias marcadas por las autoridades.
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