(EFE). Los centros especiales de empleo de Euskadi, en torno a un centenar de 14 entidades de iniciativa social, han dado trabajo en 2022 a un total de 8.317 personas con discapacidad, 218 más que el año anterior, y han generado un «valor social integrado» de 794 millones de euros.
Estos datos han sido facilitados por el presidente de EHLABE, Asier Vitoria, quien ha informado en rueda de prensa del balance anual de esta asociación vasca que agrupa a las entidades sin animo de lucro que trabajan por la inclusión sociolaboral de las personas con discapacidad.
Vitoria, que ha estado acompañado por el viceconsejero de Empleo e Inclusión del ejecutivo autonómico, Alfonso Gurpegui, ha destacado la cifra récord de personas empleadas lograda el año pasado, a pesar de haber sido un ejercicio «marcado todavía por la incertidumbre postpandemia» y las consecuencias de la guerra en Ucrania.
Pese a ello, las fundaciones, asociaciones y entidades de EHLABE incrementaron su capacidad de generar empleo en 218 puestos de trabajo más, de los que 152 -53 más que en 2021- fueron para quienes tienen «mayores necesidades de apoyo», es decir, las personas con enfermedad mental o discapacidad intelectual, física y/o sensorial superior al 65 %.
Durante 2022 consiguieron asimismo generar 166 nuevos puestos de trabajo en empleo ordinario, lo que equivale a que otras tantas personas con discapacidad dieron «el salto» al mundo laboral ordinario desde los centros especiales.
El balance pone de manifiesto además que Euskadi se mantiene a la cabeza como la autonomía con el índice de paro más bajo de España, con el 16,5 % frente al 23,9 % de la media nacional.
Vitoria ha dado cuenta además de los datos que arroja el balance anual al «monetizar el alcance social» del empleo, las actividades empresariales y las acciones de mejora de la empleabilidad que genera el centenar de centros especiales que operan en Gipuzkoa, Álava y Bizkaia, y que va más allá de la facturación, que fue de 338 millones de euros.
Se trata del denominado «valor social integrado», que alcanzó en 2022 los 794 millones de euros, según el cálculo ofrecido por EHLAB, que estima que por cada euro recibido de las instituciones públicas «devuelven siete euros» a la sociedad.
Vitoria ha precisado que en ese cálculo se incluyen salarios, formación y orientación laboral a los discapacitados y el impacto en el tejido empresarial por el efecto tractor en compras y mejora de la competitividad, así como el ahorro en pensiones no contributivas y prestaciones sanitarias, o en cuidado y conciliación de las familias, entre otros conceptos.
Respecto a los distintos servicios que EHLABE proporcionan a los discapacitados para fomentar y facilitar su empleabilidad, el desempeño sociolaboral y la autonomía personal, a lo largo del año pasado las 14 entidades integrantes los prestaron a un total de 4.125 discapacitados, de los que el 35 % consiguió empleo.
Incorporaron además a otros 2.044 a servicios ocupacionales en los que tomaron parte en «actividades productivas reales», ha señalado el presidente de la asociación, que ha comentado que los sectores de actividad a los que se dedican están muy diversificadas y van desde la industria a una amplia cartera de servicios.
En la actualidad, EHLABE está formado por las organizaciones Gureak, Katea Legaia y Sutargi, en Gipuzkoa; Indesa y Raep, en Álava; y Apnabi, Bidaideak, Bizgorre, Rafaela María, Eragintza, Lantegi Batuak, Gallarreta, Ranzari y Usoa.
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