La Federación Guipuzcoana de Caza ha confirmado el anuncio de gran manifestación por las calles de Donostia el domingo, 5 de mayo, que ha sido «aprobada en la Asamblea por unanimidad y por las 110 sociedades y 69 cuadrillas de caza mayor». Según ha expresado el colectivo en nota de prensa, recorrerá las calles donostiarras y acabará en la plaza Gipuzkoa, donde está la sede de la Diputación. Los organizadores calculan que será «aún más multitudinaria que la del 15 de abril del año pasado, cuando reunió a unas 10.000 personas».
Los cazadores gipuzkoanos, que llevan un mes de una huelga «sin precedentes en el Estado», quieren usar su marcha para «elevar el tono de las movilizaciones», ya que sus reclamaciones «siguen sin atenderse por algunas instituciones». Por ahora, la huelga indefinida habría afectado sobre todo a la caza mayor (jabalí y corzo), especies cuya superpoblación, sobre todo la del jabalí, podría tener graves consecuencias en el ámbito rural.
Entre las quejas del colectivo, destaca que «la Diputación sigue desobedeciendo al Tribunal Supremo y prohíbe la caza en el monte Ulía, además de la falta de un convenio de caza mayor en los últimos cuatro años. Además, hay partidos políticos que quieren aprobar una Ley Vasca de Protección Animal, sin el consenso del colectivo, que podría acarrear consecuencias nefastas tanto para cazadores como para todos los propietarios de animales de compañía».
Durante su marzo de huelga, continúan, «lejos de encontrar una actitud positiva por parte de la institución foral, no se ha recibido una sola llamada al diálogo para buscar soluciones. Por eso, la indignación de los cazadores ha ido en aumento y se ha visto en la necesidad de elevar el tono de sus movilizaciones». En las próximas semanas esperan una adhesión «numerosa» a la manifestación por parte de otras organizaciones, «no solo del territorio vasco».
«Ejemplo de defensa de la sostenibilidad»
El colectivo, asegura este, «ha intentado buscar soluciones». Sin embargo, «se ha encontrado con unos partidos políticos alineados con las posturas más intransigentes del ultraecologismo y animalismo radical», y «nada sensibles con el mundo rural, que tratan de aplicar estándares urbanos al ámbito natural».
A pesar de todo, la Federación sigue defendiendo el valor de la caza social, como «un ejemplo de la defensa de la sostenibilidad y de la biodiversidad de nuestro territorio. Mantiene su mano tendida a solucionar los problemas que afectan a su actividad. Reclama que no se relegue a este colectivo tan diverso –que tiene un importante arraigo social- y exige lealtad por parte de los partidos políticos y las instituciones».
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