La aprobación del Ingreso Mínimo Vital por parte del Gobierno español no tendrá incidencia sobre las personas que actualmente perciben la Renta de Garantía de Ingresos en Euskadi ni sobre aquellas que en un futuro podrían acceder a la misma, según ha explicado Beatriz Artolazabal, consejera de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco. Hasta que se culmine el traspaso de esta nueva prestación en octubre, ambos ejecutivos van a acordar una encomienda de gestión que permitirá facilitar el servicio a la ciudadanía, siempre a través de Lanbide.
La consejera ha destacado que esta negociación “no se ha planteado nunca en términos de ahorro”. “Este supuesto ahorro no es objeto de nuestro cálculo ni reflexión. La realidad es que Euskadi va a seguir invirtiendo más presupuesto que el Estado en garantizar una renta a los colectivos más desfavorecidos”.
Artolazabal ha valorado la negociación que se ha producido entre ambos Gobiernos y que ha culminado con acuerdo como “larga, difícil, discreta y leal”. “Ha sido una minuciosa labor de orfebres. Un trabajo complejo. Pero que ha dado sus frutos”.
Como resultado de ese acuerdo el Gobierno Vasco ha logrado cumplir las tres premisas que tenía marcadas: “compatibilidad, complementariedad y ventanilla única, la de Lanbide”. “Este acuerdo es beneficioso para la ciudadanía y para el autogobierno vasco. Permitirá mayor eficiencia en la gestión. Y estamos satisfechos”.
Artolazabal ha destacado que “se ha logrado el reconocimiento de las haciendas forales a la hora de establecer las condiciones para acceder al ingreso mínimo vital; garantizar la relación bilateral Euskadi-Estado con el reconocimiento del sistema de Concierto Económico a través de la negociación del Cupo, y la transferencia de la gestión del Ingreso Mínimo Vital como primer paso efectivo para el análisis del futuro traspaso de la gestión económica de la Seguridad Social”.
Además Artolazabal ha destacado que el Gobierno español se ha comprometido ya a una reunión de la Comisión Mixta del Concierto Económico para avanzar, entre otros extremos, en la definición de los aspectos económicos de esta inminente transferencia.
El aval de la RGI
La RGI, ha recordado Artolazabal, “ha ayudado en momentos difíciles a muchas personas”. Por ello ha considerado que “el IMV representa en el Estado lo que el Ingreso Mínimo de Inserción de 1990 representó en Euskadi. Supone un esfuerzo de redistribución de riqueza en el ámbito estatal, que en Euskadi venimos practicando desde hace 30 años. Y los frutos están encima de la mesa, unas tasas de pobreza inferiores a los del estado y acordes a los países europeos más avanzados”, ha indicado.
Artolazabal también ha subrayado que la Renta de Garantía de Ingresos abarca más, tanto en términos de colectivos, donde incluye a pensionistas y a residentes no legales, como en términos de importes, (solo un caso está mejor tratado que en la RGI, y la mejora de este supuesto, estaba ya contemplado en la reforma planteada). “Sin la menor duda, podemos afirmar que nuestra RGI es más garantista que la nueva ayuda”.
Según su estimación, unos 20.000 perceptores, como pensionistas y personas sin residencia legal, no recibirán el IMV pero sí la Renta de Garantía de Ingresos en Euskadi.
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