La Asociación de Amigos y Amigas de la RASD (República Árabe Saharaui Democrática), que el pasado año recaudó en Gipuzkoa 60 toneladas de alimentos, 10 en Donostia, para la Caravana ‘Alimenta una esperanza’, ha hecho un llamamiento para que el viernes y el sábado en Garbera «la gente se vuelque» y eche una mano comprando productos para enviar a los refugiados de la zona. Por ahora la campaña de este año ha estado marcada por el mal tiempo, especialmente por la lluvia del 16 de diciembre en La Bretxa, donde se recogió menos que en años anteriores.
El viernes en Garbera los Amigos de la RASD estarán en horario de tarde y el sábado a jornada completa. Con esta actuación, probablemente la más fuerte de la campaña, pero no la última, esperan repetir cifras de años anteriores y alcanzar los 4.000 kilos entre los dos días. Al resultado habrá que que sumarle las campañas de los centros escolares y también la que será la última cita en los supermercados: el 3 de febrero habrá recogida en Lidl y Eroski de Gros y de Egia, que también se han querido sumar.
La novedad de este año ha sido que la asociación ha tenido un espacio en el Parque Infantil de Navidad (PIN) del Kursaal, donde se dio a conocer instalando una jaima, enseñando a los niños a escribir sus nombres en árabe y poniendo vídeos sobre la vida de los refugiados. «No es un buen lugar para recoger alimentos porque no hay tiendas cerca y los que se acercaron lo habían leído en la prensa, pero la experiencia fue buena para que nos conozcan más y también fue bonita», expresó Berzosa.
Viernes y sábado, más allá de las inclemencias meteorológicas, la asociación espera acercarse un poco más al objetivo de las diez toneladas recogidas en Donostia el pasado año, 60 en Gipuzkoa. Desde los pueblos gipuzkoanos ya están nutriendo con ahínco el almacén que la asociación tiene en dBus y donde guardará los productos hasta que parta la caravana.
Cabe recordar que la situación sigue siendo crítica en la zona y la Media Luna Roja ha mostrado su preocupación por el deterioro de la situación de los refugiados saharauis. Una precariedad que afecta sobre todo a menores de cinco años y embarazadas.
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