Una salida colectiva para los más de 300 afectados cuyas viviendas en alquiler han pasado de estar en manos de Inmobiliaria Vascongada a manos del fondo buitre Azora tras la compra de la primera. Y que el alcalde Eneko Goia haga la intermediación correspondiente con Azora. Es lo que pide Stop Desahucios tal y como ha anunciado esta mañana la portavoz Rosa García. La asociación observa cómo empieza el goteo de burofaxes porque los alquileres van venciendo. La reunión de los afectados y de Stop Desahucios con el alcalde será este viernes a las 10 horas.
«Azora tiene dos salidas. O pide a las familias que se vayan o hace una subida especulativa del alquiler como ha hecho en Madrid. Y creemos que hará lo segundo».
En la concentración de esta mañana en Ijentea había representantes de los cuatro hogares más recientemente afectados por esta situación. Dos cuyos alquileres vencieron en enero y otros dos que deberán replantearse la situación en mayo y junio. Pero Stop Desahucios sabe que son más y es lo lógico: los contratos se van terminando y son más de 300 viviendas en Gros, Egia y Centro.
«Además de la salida colectiva pedimos que se firmen contratos de alquiler por siete años y que su subida quede ligada al IPC», ha añadido Rosa García, poniendo como ejemplo el caso de Barcelona, donde la conflictividad respecto a Azora ha llegado muy lejos. «En este momento hay alarma social en Donostia. Esto es muy pequeño».
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