Con ‘María’ puso Ricky Martin en pie al Donostia Arena para iniciar un concierto con clara mayoría femenina entre el público, un público de todas las edades, mujeres locales y turistas, con coreografías aprendidas y la ilusión de ver a uno de los pocos cantantes latinos que puede presumir de 25 años de carrera sustentada en un buen movimiento de caderas, un físico envidiable y un repertorio que del baile a la balada está lleno de éxitos internacionales.
En Illumbe, donde quedaron entradas por vender, sonaron con poderío los temas de un Spanish Tour que supone el reencuentro de Ricky Martin con un público muy fiel, contra viento y marea y con perdón de Chayanne, y supone también un repaso a lo mejor de su carrera. Imposible ignorar las canciones del portorriqueño, bendecido también por la industria con dos premios Grammy y cuatro Grammy Latinos.
Así que Ricky Martin no defraudó en Donostia ni lo hizo la puesta en escena con tres parejas de bailarines y una gran banda. A gritos le secundaron desde las gradas y nadie, nadie, se quedó sin bailar.
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