Las 6.700 trabajadoras de la limpieza de Gipuzkoa harán huelga hoy por un convenio que posibilite la desaparición de la brecha salarial. En el sector de la limpieza de edificios y locales de Gipuzkoa se emplean 6.700 trabajadores, de los cuales más de 1.500 tienen firmados pactos de empresa. Al resto, más de 5.000, se les aplica el Convenio de Gipuzkoa.
La gran mayoría del personal de limpieza (85%) se dedica a la limpieza de edificios y locales, las demás a la limpieza viaria. En el subsector de edificios y locales el personal femenino es mayoritario con diferencia (80%). En cambio, en limpieza viaria casi todo el personal es masculino -más del 80%-.
En el sector de limpieza el reparto del trabajo según el género es llamativo y provoca una brecha salarial en perjuicio del subsector feminizado. En el sector de limpieza de Gipuzkoa, por ejemplo, la brecha llega a ser del 28% entre limpieza viaria y limpieza de edificios y locales, o lo que es lo mismo, entre hombres y mujeres.
Los primeros ingresan al año 23.183 euros, las segundas 17.784. Existe una brecha de 5.401 euros. En función del territorio y del convenio aplicable la brecha puede ser aún mayor en el sector de limpieza, pudiendo llegar a alcanzar la cota del 42,85% en ciertos casos, como ocurre en Bizkaia.
Todo ello va referido, por supuesto, a una jornada completa. Pero la mayoría de las mujeres empleadas en la limpieza de edificios y locales tienen jornadas parciales, por lo que sus salarios son aún más exiguos, con lo que eso supone: en caso de quedar en paro, las prestaciones serán más limitadas, las pensiones del futuro también más reducidas…
Con el objetivo de cambiar ese estado de cosas, ELA ha convocado a un día de huelga en el sector de Limpieza de Gipuzkoa. Las plantillas llevan ya más de un año negociando con la patronal Aspel el nuevo convenio sectorial. En todo ese tiempo han llevado a cabo diversas movilizaciones sin resultado. «La patronal no quiere ni oír hablar de brecha salarial, pretende perpetuar la situación actual», denuncia el sindicato. «Y lo que es peor, no admite siquiera que exista brecha salarial. Le es indiferente que el personal haya perdido en los últimos años el 10% del poder adquisitivo».
Ane Alberdi, responsable del sector de limpieza de Gipuzkoa, resalta la prioridad de acabar con la brecha salarial, «se trata de un asunto de justicia social, concierne a toda la sociedad dado que la brecha salarial es una injusticia. La sociedad no puede desentenderse de ello. Estamos convencidos que, mediante la organización, la lucha y la movilización, alcanzaremos nuestro objetivo. Todavía falta mucho para acabar con la brecha salarial, pero vamos haciendo camino mediante las pequeñas victorias que estamos consiguiendo».
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