La Asociación Pasaportes para Siria y la Diputación Foral han sumado fuerzas para traer a Gipuzkoa a Amal, una mujer siria de 26 años, y sus cinco hijos que viven una situación de extrema vulnerabilidad por su doble condición de refugiados: huyen de la guerra y de una situación de violencia machista. La ONG y el ente foral están en trámites con el Gobierno de Madrid y la secretaría general de Inmigración y Emigración para conseguir el visado humanitario para Amal y sus hijos, y han pedido la colaboración de todos los guipuzcoanos y guipuzcoanas para que con su firma contribuyan a rescatarlos de la apremiante situación que viven.
Para ello han puesto en marcha una recogida de firmas en la plataforma change.org con el lema #Amal Gipuzkoara, adhesiones que posteriormente presentarán a la secretaria de Inmigración y Emigración Marina del Corral, en cuyo poder obra ya el expediente de Amal y la solicitud de visado humanitario para ella y sus hijos. La Diputación se ha comprometido a acogerlos y prevé los recursos residenciales y asistenciales dentro de su dispositivo de atención a las personas refugiadas en situación de vulnerabilidad grave. Amal y sus hijos contarán, además, con el apoyo del equipo de la ONG para facilitar su integración en Gipuzkoa.aña en el campamento de Dipethe hasta mediados de julio. Tras recibir una paliza de su marido, Amal y los niños fueron enviados a Atenas por las ONG que trabajaban en la zona. No obstante, el marido logró salir de Chíos y les localizó en Atenas, donde volvió a agredirla brutalmente, de modo que tuvo que ser ingresada en un hospital. El hombre fue arrestado y posteriormente puesto en libertad. Amal y sus hijos han sido incluidos en un programa de protección del gobierno griego.
Según ha explicado Pineda, están atendidos en un centro cuya ubicación es confidencial para que el marido no pueda localizarla, “pero en las últimas semanas éste ha acudido varias veces a las oficinas centrales preguntando por ella y los niños. Los niños mayores acuden cada mañana a un centro escolar situado en el exterior del recinto protegido, siendo éste otro eslabón débil en la seguridad de esta familia, pues el padre podría localizarles allí y presentarse en la puerta para llevárselos. Si por algún motivo el marido fuera deportado, la familia tendría, igualmente, que irse con él. Es por eso que urge muchísimo resolver esta situación cuanto antes, aprobando su traslado urgente a Gipuzkoa”.
Actualmente Amal –cuyo nombre es ficticio dada la situación de riesgo que vive- y los niños reciben atención médica -Amal es diabética–, y tienen cubiertas sus necesidades básicas (comida, ropa), pero no disponen de atención psicológica (reconocida como imprescindible en su situación) porque ninguno de los trabajadores sociales o psicólogos del centro habla árabe. Amal no habla inglés ni se puede manejar aún en griego: “Esta ayuda resultaría fundamental tanto para ella como para los niños, que aún no logran comprender qué está pasando”.
Llamamiento a la población para que Amal y sus cinco hijos vengan a Gipuzkoa
La Asociación Pasaportes para Siria y la Diputación Foral han sumado fuerzas para traer a Gipuzkoa a Amal, una mujer
Foto: Diputación
Temas: solidaridad
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