La exposición “Lezetxiki, territorio Neandertal” expone 60 piezas que incluyen cráneos completos de osos, la mandíbula de un Macaco, los útiles de piedra fabricados por los Neandertales y las conchas usadas por ellos, algunas de ellas procedentes del mediterráneo. La muestra ha sido creada por Gordailua, Centro de Colecciones Patrimoniales de la Diputación Foral de Gipuzkoa y comisariada por Álvaro Arrizabalaga (UPV) y María José Iriarte (Ikerbasque). Además ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de Arrasate, Arrasate Zientzia Elkartea y la Sociedad de Ciencias Aranzadi.
Se presentan también las réplicas de los huesos humanos más antiguos encontrados en Euskal Herria (un húmero y dos dientes). Estos son muy similares a los esqueletos encontrados en la Sima de los huesos de Atapuerca. Se mostrará también la importante fauna de otros yacimientos cercanos.
El yacimiento de Lezetxiki, protegido por la resolución de 6 de septiembre de 2021 del Viceconsejero de Cultura como Bien Cultural de Protección Especial con la categoría de Zona Arqueológica, tiene gran importancia para el conocimiento de la prehistoria vasca.
A lo largo de los más de 100.000 años en los que los Neandertales habitaron Euskal Herria, conocieron todo tipo de situaciones climáticas, similares a las actuales (templadas y húmedas) y mucho más estadiales (frías y secas).
Como consecuencia de ello no solo se ocuparon las cuevas como Lezetxiki, sino también los abrigos rocosos (como Axlor) y los campamentos al aire libre como Magurduia norte. También se adentraron en la vertiente mediterránea dando lugar a los denominados talleres de sílex (como Murba).
Respecto a los osos, tres son las especies de osos que frecuentaron Lezetxiki y la ocuparon, desplazando a los seres humanos durante milenios: Ursus deningeri, al que sucedió Ursus spelaeus (oso de cavernas) y, tras la extinción de estos llegó el Ursus arctos, el actual oso pardo.
Algunos de los niveles de Lezetxiki no registran actividad humana, solo de osos. Excavaban sus nichos u oseras y, en ocasiones, no pudieron superar la hibernación, murieron durante su letargo y sus restos permanecieron hasta la llegada de los arqueólogos.
Más evolucionados de lo que se decía
Aunque se conocen bastantes yacimientos con presencia de neandertales en Euskal Herria, la mayoría de la información acerca de los mismos procedía de otras regiones europeas o de Oriente Próximo.
La mayor parte de sus capacidades tecnológicas, culturales y sociales venían siendo infravaloradas hasta hace unas cuatro décadas, cuando comenzaron a revisarse en profundidad muchos tópicos sobre la especia. Hoy día se conoce un conjunto de enterramientos que revelan un comportamiento funerario que incluía ofrendas y el uso de ocre.
También se acepta de modo creciente entre los paleontólogos que los neandertales disponían de lenguaje completo, un universo simbólico difícil de precisar (a causa de la mala conservación de las materias orgánicas) y una estructura sociológica similar a la de nuestra especie, incluyendo el cuidado de los miembros de la comunidad más vulnerables o con alguna discapacidad.
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