Por primera vez una mujer se ha puesto al frente del Gobierno de Honduras. Una mujer progresista, Xiomara Castro, que pocos meses antes de acceder al cargo se refirió a la activista asesinada Berta Cáceres asegurando que «su vida y su lucha son ejemplo para el mundo». Gestos así ayudan a la familia de la activista asesinada a sentir que Berta ocupa el papel que le corresponde y no el que los interesados le querían dar.
Estos días se encuentra en Donostia la hija de Berta Cáceres, Laura Zuñiga, activista como su madre. Ha sido invitada a los VI. Encuentros de Medicus Mundi Gipuzkoa que se celebrarán hoy y mañana en el campus de la Universidad del País Vasco.
Zúñiga tiene 29 años y su madre fue asesinada en 2016, cuando iba a cumplir 45. ¿El motivo?, la construcción de una represa apoyada con capital europeo, incluido español. «El caso de mi madre es emblemático, pero no es único. Se sigue matando por motivos ambientales», dice Laura a DonostiTik, y añade: «con la complicidad de la banca internacional».
Imagino que el cambio de gobierno da aire a la causa indígena, a la ambiental y a la feminista, que me parece van de la mano en lo que ustedes denominan la ‘causa Berta Cáceres’. ¿Tienen muchas esperanzas en el cambio?
Pero es difícil. Estos últimos doce años, desde el golpe de estado de 2009, ha ido todo a peor. Militarización, empresarios vinculados a la explotación energética, minera y turística, intento por borrar a las comunidades indígenas… no va a ser fácil deshacer todo eso.
Háblenos de su presencia en Donostia.
Acudo como miembro del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) para presentar la lucha del pueblo indígena lenca. Un pueblo que está en Honduras y en El Salvador.
Mi madre fue de las fundadoras del COPINH en el 93. Sin embargo el consejo ganó más importancia a partir de 2009 con el golpe de estado porque se generó una estructura jurídica y criminal a favor del extractivismo de las empresas. Sin ningún control del impacto ambiental en los proyectos. Además los derechos de los indígenas fueron anulados.
¿De qué forma se llevó a cabo esa anulación?
Por ejemplo haciendo concesiones de territorios sin una consulta previa libre informada. Criminalizando liderazgos como el de mi madre. Con una militarización masiva. Y con la creación de narrativas. En su día el cardenal de Honduras hablaba contra mi madre. Antes de la que la mataran.
¿Están cambiando esas narrativas?
Trabajamos en ello y se está revirtiendo poco a poco. Pero mi madre murió en 2016 y todavía hay que luchar contra la legitimación de ese asesinato.
Hubo un juicio con un condenado, pero ustedes mantienen que había más responsables (El condenado, David Castillo, era directivo de la empresa que estaba detrás del proyecto hidroeléctrico al que se oponían Cáceres y el pueblo indígena lenca).
Sí. Seguimos peleando por responsabilizar a más figuras intelectuales de este asesinato. Fue interesante ver cómo durante el juicio se atacó a mi madre y también la reacción popular. Fuera se organizó el campamento feminista Viva Berta.
¿Y cómo se vio su madre envuelta en el activismo que ahora han heredado ustedes?
El pueblo lenca es muy solidario y siempre ha defendido su territorio. Mi madre nació en La Esperanza (Intibucá) y mi abuela era partera. Partera y madre de doce hijos. Mi madre era la última, la pequeña, y acompañaba a su madre en los partos por las comunidades indígenas y en los centros de refugiados de la guerra del Salvador. Mi abuela, además, fue de las primeras diputadas de Honduras. Hoy vive y tiene 89 años. Y una de las cosas más importantes que hizo fue asumir con valentía la muerte de mi madre. Verla a ella nos ayudó a nosotras a elegir qué camino recorrer.
¿Me puede hablar de los apoyos financieros del sistema extractivista que denuncian?, creo que es otra de las luchas del COPINH…
A las industrias de la extracción las financian. En el caso de Berta Cáceres ocurrió lo siguiente: la comunidad de Río Blanco, en la Esperanza (Intibucá), estaba en contra de la represa Agua Zarca. Detrás de esta empresa había tres bancos: el holandés, el finlandés y el Banco Centro Americano de Integración Económica (BCIE), cuyo principal socio extra regional es el Estado español.
El proyecto de la represa ya había sido denunciado por ataques a la comunidad indígena y por forestación. Y de hecho el Banco Mundial se había ido por el asesinato de otro compañero. Finalmente los otros dos bancos se marcharon después del asesinato de mi madre y sin embargo el BCIE fue el último en hacerlo y el único que no habló de lo ocurrido. Solo lo hizo varios años después. Además el BCIE garantizó que la concesión del río esté ahora en manos de una empresa igual de nefasta que la anterior. Porque la concesión del río existe aunque la represa no llegó a construirse. Así que el peligro todavía existe.
Esa vinculación con economías del exterior es un buen motivo para salir de Honduras y dar a conocer qué ocurre, imagino…
Nuestra lucha busca la no repetición y que se conozcan estos proyectos que suponen un saqueo del territorio para el enriquecimiento de unos pocos. El caso de Berta Cáceres es emblemático, pero no único. Se sigue matando por motivos ambientales. Y la banca internacional ha sido cómplice de estas conductas. Además ese sistema conlleva una represión hacia la diversidad cultural y hacia formas de vida distintas a las que nos venden. Se puede vivir desde otras lógicas y eso también queremos compartirlo. Nos dicen que el mundo se acaba porque todo se destruye, pero hay lugares donde se defienden la vida y el territorio. Con muchos debates internos, claro. Pero la humanidad también produce cosas bonitas.
En los encuentros de Medicus Mundi, hoy y mañana, también se hablará sobre feminismo.
Cierto. Y es que desde otras lógicas y tiempos también se está debatiendo mucho sobre feminismo en las comunidades indígenas. Mi madre contribuyó a legitimar a las mujeres como líderes de las luchas comunitarias. Es un un proceso bien bonito. Y se está avanzando.
Hoy hace 5 años se cometió el terrible crimen contra nuestra compañera #BertaCáceres, su vida y lucha es ejemplo para los pueblos del mundo. Exigimos #JusticiaParaBerta y el fin de la impunidad en Honduras ✊🏼#5AñosJuntoABerta 🌸 pic.twitter.com/zD7UkfYfFN
— Xiomara Castro de Zelaya (@XiomaraCastroZ) March 3, 2021
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