El aviso amarillo por oleaje atrajo a muchos curiosos hasta el Paseo Nuevo a la hora de la pleamar, rozando el mediodía, y es que las olas de cuatro metros siempre atraen a los aventureros y todavía no se habían visto esta temporada. El aviso amarillo termina esta tarde y la lluvia, que no cesa, volverá a ser protagonista de una semana en que las inclemencias meteorológicas son permanentes. Según Euskalmet la lluvia irá remitiendo en las últimas horas de la jornada, pero también bajará la temperatura, que pasado el mediodía se situaba en Donostia sobre los 12 grados. El viento, que ha alcanzado rachas de 100 km/hora, ya promete calmarse.
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