Josetxo Orueta, donostiarra de Bilbao (1959) pero sobre todo de Burdeos, músico y profesor, nos sumerge en sus novelas El cantar de Orreaga y la reciente Wascon en un mundo desaparecido y apasionante, el de los vascones que derrotaron en el año 778 nada más y nada menos que al emperador franco Carlomagno. «La narrativa me permite dar vida a los olvidados de la Historia«, afirma el autor, que también es un acreditado intérprete de bajo.
La victoria de los vascones sobre Carlomagno en Orreaga, más conocida como Roncesvalles, se atribuye en La Chanson de Roland a un gran ejército árabe. ¿Esta versión sigue vigente en Francia? ¿Por qué?
En Francia, «La Chanson de Roland» se estudia en literatura. Nadie explica a los alumnos que ese relato está basado en un hecho real. La época de Carlomagno se aprende muy pronto, en primaria, y solo los apasionados de la Historia conocen la realidad: que fueron vascones quienes derrotaron al ejército franco.
¿Cómo surgió su interés por estos hechos históricos?
Siempre me ha gustado la Historia. Cuando me enteré de que la batalla de Roncesvalles había ocurrido de verdad y de que los protagonistas fueron mis antepasados vascones, decidí investigar para conocer los datos documentales disponibles. Al encontrar esos datos, sentí la necesidad de difundirlos, pero no en un ensayo, sino en un relato. La narrativa me permite dar vida a los olvidados de la historia, a las clases modestas que no han dejado nombres propios en los anales, y también a las mujeres, borradas de la Historia oficial como si no hubieran hecho nada.
¿Por qué Wascon con W doble?
Porque los francos lo escribían así. Los vascones de la época no escribían y las referencias que nos han llegado de ellos son exteriores, francas y árabes. Además es el apodo que dan al personaje principal y narrador, porque es un texto en primera persona.
¿Esta batalla marcó un antes y un después?
Fue más bien una cadena de acontecimientos de la que Roncesvalles no es más que el inicio. Siguieron los que cuento en Wascon y otros posteriores que, en medio siglo, llevaron un pueblo destinado a desaparecer a crear un reino que protegió su existencia y su identidad: Navarra.
¿Wascon recupera personajes de El cantar de Orreaga?, ¿a qué retos se enfrentan?
Mikelot, Oneca, Ximeno, Gartxot… no van a poder descansar. Tendrán que enfrentarse a intrigas, traiciones, hambruna, prejuicios ancestrales y un intento de invasión.
Música
¿Cómo lleva esta pandemia?
Ya que me lo preguntas, te expondré mi punto de vista sobre la pandemia, rápido y claro, en tres puntos: No me da igual que muera gente por mis necesidades sociales, no confundo libertad con comodidad y no confundo salvar ‘la economía’ con salvar ‘este tipo de economía’.
Como acreditado intérprete de bajo, ¿echa de menos las jams del Alboka, donde se le solía escuchar?
Claro que las echo de menos. La jam de Alboka es un acontecimiento humano; los artistas comparten su música sin elitismo ni competición, no hay prejuicios generacionales ni otras tonterías por el estilo. Ahí solo hay música, amigos y futuros amigos.
¿Tiene entre manos otros proyectos musicales?
Nada. Ahora estoy volcado con la difusión de Wascon. Espero que pronto volvamos a dar vida al proyecto musical de Luke Armstrong. La pandemia nos interrumpió en un momento interesantísimo, el trío con el violín de Arantza Molina sonaba especialmente bien.
Usted también es presidente de la asociación Gente Que Hace Cosas, que organizaba el festival Djembering en el Guardetxe donostiarra en apoyo a ese pueblo senegalés. ¿En qué punto se encuentra la actividad de este grupo?
La actividad de la asociación es esporádica. Los eventos como los de Guardetxe o los conciertos que hemos organizado tendrán que esperar otros tiempos.
Por otro lado usted es profesor de francés, actualmente ejerce por videoconferencia desde su Centro de Estudios de Francés (CEF). ¿En qué estado se halla el interés por esta lengua en Donostia?
Hay más necesidad que interés. Los adolescentes aprenden inglés y los adultos necesitan francés, sobre todo en industria y turismo.
Dejó Burdeos, donde se crió, por Donostia en 1978. ¿Qué opina de la Donostia actual?
Donostia es mi proyecto de vida y también mi amante infiel. Sigue siendo un lugar maravilloso. Lo más deplorable es la terrible depuración social que vivimos desde hace décadas. ¡Qué hermoso sería que pudieran volver los hijos y nietos de los que, como mis padres, fueron expulsados por el franquismo y sustituidos por requetés! Ahora mismo, ese derecho es un lujo inalcanzable.
Deja un comentario