Tanto trabajo y tanta ilusión y el desfile de las residentes de Kutxa Kultur Moda este pasado viernes pasó como un suspiro. En este punto coincidían las diseñadoras. Un suspiro colorido, elegante y profesional que mostró en el Museo Balenciaga las tendencias de la actual y de la futura moda donostiarra para el placer de los presentes, que llenaron el recinto y aprovecharon el ‘showroom’ posterior para hablar con las protagonistas de esta jornada del GdM San Sebastián Moda Festival.
Laza Clothing fue la primera en abrir el desfile, que además de aficionados a la moda y miembros de esta industria reunió a autoridades como los diputados Eider Mendoza e Imanol Lasa y la teniente alcalde Nekane Arzallus, entre otros.
Había anunciado que sería un homenaje a su abuela fallecida y ‘Antxeli’, que da nombre a la colección, se daría por satisfecha con el resultado.
Crudos, negros, amarillos y rojos mandan en una propuesta con el cupro como gran protagonista.
Partiendo de patrones antiguos, Laza Clothing vistió a las modelos con blusas y vestidos y dio un golpe sobre la mesa para advertir de que el desfile de moda local venía fuerte.
Se llevó los primeros aplausos en una noche en que hubo muchos y en que la presentadora Maitena Salinas vistió primero de Lette.
Ione Iruretagoiena con su ‘Contraste de verano’ tomó la pasarela con una colección dirigida a novias en el sentido más amplio de la palabra. El más amplio. Y sacó a relucir contrastes de colores y tejidos por doquier. Blancos y rojos, blancos con puntos de color, brillos y mates, transparencias…
Vestidos, monos y pantalones para, como se ha dicho, vestir a muchos tipos de mujer en un día señalado que puede ser el de la boda… o tantos otros.
Fanny Alonso embarcó a los presentes en el viaje de relacionar arquitectura donostiarra y moda.
Un homenaje a los canteros que realizó a través de algunos edificios en concreto con una colección, ‘hargina’, original y llamativa. Y muy destinada a la fiesta.
En blanco y negro e invitando a redescubrir esos monumentos de la ciudad, Alonso hizo suya la pasarela.
EME realizó su particular homenaje a Kyoto. Incluyó a una bailarina entre las modelos, sacó a relucir grandes pañuelos y como había anunciado la diseñadora mostró espaldas maravillosas y prendas que se atan en homenaje a la moda japonesa. La influencia también se ve en los colores.
Amarenak ha dado un paso más en la modernización de la moda vasca indagando esta vez en los códices del siglo XVI y en la imagen que daban las vascas a los foresteros que se asomaban a conocerlas.
La versión definitiva del ‘kaikubasquero’ tuvo mucho protagonismo en la pasarela en una colección que incluyó los tocados de la época que, según parece, se ponían las mujeres una vez que se casaban. Y el respeto a los colores originales también es protagonista.
Los modelos no profesionales incluyeron ropa masculina e infantil para «democratizar» el mundo de la moda, tal y como señaló la diseñadora.
Tras Amarenak fue el turno de Maixala y su colección Orbela, que emula la hojarasca del suelo en otoño tanto en texturas como en colores. Maixalan presentó riñoneras, bolsos y mochilas para el día a día, esos sí, partiendo de materiales de primera calidad y de producción y sostenible. Condiciones esenciales en su trabajo.
En el resultado es patente el papel de la naturaleza del entorno.
ELI-two puso sobre la pasarela su colección de invierno ‘Flores’. Abrigos, camisas, gabardina… todo a partir de un estampado que inspiró a la joven diseñadora que ha puesto mucho énfasis en el color.
La creadora busca moda para el día a día e insiste en cuidar los detalles, también aquellos que no son perceptibles a primera vista.
La originalidad va en el sello de esta diseñadora.
Amagoia Etxeberria cerró el desfile con su colección Izan, la elegancia por bandera y con prendas destinadas a las novias y a la fiesta. El pan de oro manda en estas prendas sobre tejidos que son nuevos en esta diseñadora que aboga por la alta costura y las prendas siempre únicas.
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