Plumas, purpurina, maquillaje… todo estaba listo para deslumbrar en una noche tan carnavalera como la de ayer. Un jueves gordo que hizo brillar a las 26 comparsas que presentaron sus coreografías ante un dios Momo, Rubén Rodríguez, y su séquito en una plaza de toros a rebosar de curiosos. Como si del mejor concierto de música se tratase, la gente se agolpaba en los aledaños de Illunbe haciendo cola sin perder de vista su entrada. Bocadillo en mano y con muchas ganas de divertirse solo quedaba buscar la ubicación perfecta para disfrutar del mejor inicio de fiesta.
Oraitz García fue el encargado de dar el pistoletazo de salida a esta gran noche, con un traje más bien sobrio, pisó con fuerza el escenario haciendo vibrar a todo Illunbe. Tras él, la puerta grande se abrió para recibir a Maider López, diosa Momo del pasado año que sorprendió con un tocado de lo más salvaje. Apenada por su fin de mandato, cedió su cetro al nuevo dios Momo, Rubén Rodríguez, que entró al ruedo acompañado de su séquito, Maialen Martín, Edurne Rodríguez y Mikel Felipe. «Estaba deseando que llegará el día»afirmó Rubén, quién alentó al público a aplaudir, «no cuesta nada y para las comparsas es un regalo».
Con la compañía de Maluma y su «no hay que sufrir, no hay que llorar, la vida es una y es un carnaval» la comparsa Mistik acompañaba a su dios con la mejor demostración de lo que saben hacer, bailar. Caras de ilusión, de nervios pero sobre todo mucha energía es lo que se empezaba a transmitir en una noche que solo acababa de empezar.
Karmelo Txiki abrió este certamen con la temática «Las Vegas», Marilyn Monroe y Elvis Presley centraron la atención de los allí presentes. Capas con billetes de 500€ y juegos de cartas al más puro estilo casino. Seguidamente actuó Bóveda Gazte Elkartea y las Minnies y Mickeys fueron protagonistas. Faldas, tirantes pero sobre todo las características orejas dieron el toque mágico que Disney transmite. Como también hizo Tóxic con sus «mil y una noches» al más puro estilo Aladdin. El tul, los pantalones bombacho y las largas trenzas dominaron el escenario.
Disney dio para mucho y así lo tuvo en cuenta también la Konpartsa Gurea Elkartea con «Alicia en el País de las Maravillas» que recibió una enorme ovación por parte del público asistente. El conejo, el sombrerero loco o la Reina de corazones no faltaron a esta cita. Como tampoco faltó Vaiana al más puro estilo azteca. Hau Humorea lució sus atuendos entre los que destacaban trajes con luces emulando a la tierra.
La plaza de toros se vino abajo con el tema «Azukita» de Daddy Yankee con el que Lagun Artea entró a la plaza. Damas de honor, ramos de flores, cubiertos, copas de champán… una boda de lo más curiosa en la que predominaban los niños. Peques que no tuvieron la suerte de conocer a la calabaza Ruperta, quien apareció con la comparsa Denok Taldea con sus miembros caracterizados como el programa «1,2,3» con las características gafas redondas y sus looks de lo más ochenteros.
Oddisey vistió de elegancia el ruedo con trajes aterciopelados en tonos azul marino y mucha joya. El tema: «Anastasia». Trajes estilosos y refinados que acompañaron con juegos de manos para una banda sonora de lo más formal. El turno paso a Txingor, que con sus abanicos y su «Fantasma de la Ópera» hizo que el espectador se trasportase al mismísimo rodaje de la película. Vestidos largos de tonos apagados, capas, cancanes y máscaras dominaron este baile.
Llegó el turno del «Club de las almas pérdidas» con la comparsa Thámessis, quién sacará a sus 112 bailarines a las calles de Donostia los próximos días. Las plumas y los cuernos fueron los protagonistas de esta comparsa de lo más tenebrosa. Pero para salvaguardar a los asistentes de este espectáculo llegaron los «Vengadores» de la mano de Titanes con trajes metalizados y un Iron Man que lució sus mejores galas.
«La ciudad pitufa» de Furius inundó de color Illunbe con purpurina y luces en los gorros. Detalles donostiarras como la barandilla de la Concha tuvieron protagonismo en los trajes así como los helados en la comparsa de Aitor Ikastola, con indumentarias de lo mas coloridas. Y precisamente color no faltó en la comparsa de Mi Nuevo Potosí, quienes lucieron los gorros mas vistosos del concurso, al ritmo de «Suri Sikuri».
Y con una gran ovación Fama pisó fuerte con su «Mundo salvaje» con originales trajes de animales de la selva como las cebras, las culebras… Y si de animales iba la cosa Showtime llegó con su «Felinos» donde el animal print y el pelo tomaron posesión del escenario acompañados del ritmo de «Yo soy tu gatita».
Premio al carnaval
Del mar llegaron Alegría de Alza, que con la famosa canción «Baila conmigo» consiguió animar al público entre tentáculos de pulpo, conchas y mucha mucha purpurina. También lo hizo Eureka con su particular «Fiesta tropical» donde el color y el brillo dominaron el escenario. La esencia del carnaval se transmitió con sus tocados y plumas. Un vestuario que tuvo su reconocimiento con el premio al mejor diseño.
Pero no todo fue color. Desde las cuevas de Zugarramurdi llegó a la plaza de toros con Dance Factory un «Akelarre» de brujas con sus gorros puntiagudos y bastones luminosos. Y ya que de magia hablamos, la «Niñera Mágica» apareció de la mano de Erriberatarrak konpartsa con la mismisima Emma Thompson. «Los Trolls» también tuvieron su protagonismo de la mano de La Salle, donde las pelucas puntiagudas tomaron el protagonismo.
Intxaur- Txiki con su «Soy lo que soy» tiñó de rojo el tapiz. Con faldas de mucho tul, purpurina y estampados escoceses dieron un toque muy inglés a esta noche donostiarra. Pero para sacarnos de este mundo llegó Eclipse con su «Fiesta de eclipse infernal» donde los trajes oscuros y las faldas de tul brillaron con luz propia. Txasiss desembarco su barco pirata en San Sebastián con su «Fantasía pirata» donde el rosa, amarillo y naranja formaron parte de una batalla de lo más pacífica.
Mystic apareció con fuerza ante su Dios Momo con los «signos del zodiaco». Faldas de tutú, colores metalizados y pañuelos verdes y amarillos dieron el toque de color. Y aunque frío no pasaron, las «Guerreras nórdicas» de Santa Bárbara bailaron con sus pieles, capas y calentadores de pelo.
Fin de fiesta
La noche parecía que terminaba pero la gente pedía más. Los representantes de cada comparsa llegaron al tapiz llenos de nervios y los premios a mejor diseño de vestuario ya tenían nombre. Odissey quedó tercero en el podium seguido de Intxaur-txiki y como vencedor Eureka, a quienes anunció el Dios Momo.
La noche del jueves acabó pero no por ello la fiesta. Nos esperan días que darán para mucho en las calles donostiarras, la purpurina, las plumas y el color recorrerán cada rincón de la ciudad como hicieron ayer mismo en Illunbe.
Las luces se apagaron en la plaza de toros pero no por ello las ganas, la música y el baile. Sólo algo importa estos días: «Lo malo se ira, todo pasará, la vida es una y es un carnaval».
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