(EFE). El sistema penitenciario vasco ganará unas 300 plazas con la nueva prisión de Gipuzkoa, que se ubicará en el barrio donostiarra de Zubieta y cuya apertura se prevé para 2024, con lo que «mejorarán sensiblemente los niveles de ocupación óptimos, operativos y máximos del conjunto de las cárceles» de la Comunidad Autónoma.
El anuncio lo ha hecho este jueves la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, que ha visitado las obras que se llevan a cabo en Zubieta junto a la presidenta de la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios y de la Seguridad del Estado (SIEPSE), Mercedes Gallizo, exsecretaria general de Instituciones Penitenciarias.
La consejera ha reiterado que «la aceptación de traslados» de reclusos a cárceles vascas «seguirá motivada por el arraigo en Euskadi» de los solicitantes, según explica su departamento en una nota de prensa.
Recuerda que Artolazabal compareció este miércoles en la Comisión de Derechos Humanos, Igualdad y Justicia del Parlamento Vasco para dar cuenta de los aspectos relacionados con el modelo penitenciario vasco y su implementación en el primer año de gestión de los centros penitenciarios.
Con respecto a la ocupación de las cárceles vascas y los criterios para rechazar algunos traslados, «matiza» que se ha incrementado la población interna en alrededor de 300 personas desde el 1 de octubre de 2021, dato que «no quiere decir» que estos centros «estén al límite de su capacidad y, mucho menos, que no estén en disponibilidad de aceptar nuevos ingresos».
«Actualmente, los centros penitenciarios vascos están dentro de los límites que pueden considerarse razonables en cuanto a la gestión de personas y la dimensión de la plantilla. Sin embargo, es cierto que no pueden absorber todas las demandas que llegan por parte de personas penadas que cumplen sus condenas fuera de Euskadi, aun cuando pudieran tener interés en ser trasladadas, con o sin arraigo», precisa.
La razón «principal» es que «cada vez es más infrecuente el traslado fuera de la Comunidad Autónoma de Euskadi de personas privadas de libertad», añade el Departamento de Justicia al recordar los argumentos de la consejera.
«Hay tres niveles de ocupación establecidos para los centros penitenciarios vascos: óptimo, operativo y máximo. Y en estos momentos los tres centros vascos están ligeramente por encima del nivel operativo», recalca.
Con Gallizo, ha viajado a San Sebastián el director de Producción de la SIEPSE, Juan José Torrejón, y también ha participado en la visita el subdelegado del Gobierno en Gipuzkoa, Guillermo Echenique.
Por parte del Gobierno Vasco han acudido asimismo la viceconsejera de Justicia, Ana Agirre, y el director de Justicia Digital e Infraestructuras, Javier Landeta, entre otros.
Ambas delegaciones han decidido crear un equipo mixto que supervise los trabajos que se realicen en el futuro centro.
«Hemos acordado la puesta en marcha de una mesa técnica mixta para el seguimiento de las obras y seguir colaborando con el Ministerio de Interior hasta la entrega al Gobierno Vasco del nuevo centro penitenciario», ha explicado Artolazabal al término de la visita.
En otra nota, la Delegación del Gobierno en Euskadi ofrece detalles sobre el nuevo centro penitenciario, que sustituirá al de Martutene y recibirá el nombre de Norte III.
La SIEPSE, dependiente del Ministerio del Interior es la encargada de los trabajos y quien aporta toda la financiación -38,9 millones de euros- del futuro penal, que será «el más moderno del país».
La cárcel de Zubieta podrá acoger a más de 500 reclusos, contará con seis módulos residenciales (cinco para varones y uno para mujeres) con una capacidad total de 234 celdas.
También dispondrá de un centro de inserción social, talleres ocupacionales, talleres productivos, un edificio deportivo cultural con pista polideportiva cubierta, biblioteca con sala de lectura y un edificio de comunicaciones con 20 locutorios, 2 salas de comunicaciones en convivencia, 7 salas familiares y 7 salas de vis a vis, entre otros equipamientos.
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