Si por algo se caracteriza Donostia es por la identidad propia que tienen sus fiestas más tradicionales. Su idioma, el euskera, hace presencia en las calles, y una cultura propia solo de esta zona de España es protagonista durante esos días. A lo largo del año son muchas las celebraciones, pero en el artículo de hoy vamos a hablar de las 3 más relevantes, tanto para los locales como para los visitantes.
Sin embargo, más allá de estas tres citas festivas, el resto del año hay más celebraciones y muchas son más recogidas, de origen religioso. Para esos casos y para coleccionistas, también, si buscas artículos religiosos online en Donostia puedes encontrar webs como Holyart con muy buenas opciones y una amplia variedad de precios
1. La Tamborrada
Cada 20 de enero se celebra el día de Donostia o San Sebastián, y con él llega la tradicional Tamborrada.
Las celebraciones comienzan justo a las doce de la noche en la plaza de la Constitución, donde se iza la bandera de la ciudad. En ese momento la Sociedad Gaztelubide y otras tamborradas interpretan las melodías de Sarriegui que no dejarán de sonar en la ciudad durante el día.
Los primeros uniformes que se utilizaron reproducían a los batallones de Gipuzkoa que intervinieron en la Guerra de la Independencia. No obstante, con el paso de los años, se fueron incluyendo más compañías y, por tanto, más uniformes.
Durante el día es prácticamente imposible no ver tamborradas en las calles de Donostia. ¡son unas 150 compañías las que dan vida a la ciudad con sus bailes y canciones! Cada tamborrada está formada por entre 20 y 50 tambores, así como 50 y 100 barriles.
La fiesta termina a las 24 del día 20 cuando se arria la bandera, dando por finalizada esta celebración hasta el año siguiente.
2. El carnaval donostiarra
El Dios Momo es, sin lugar a dudas, el protagonista. Las calles de la ciudad se llenan de máscaras y carrozas al ritmo de charangas. “Donostiarrei oihu egitera gatoz, pozaldiz! Inauteriak datoz!” («Venimos a llamar a los y las donostiarras, ¡con alegría! ¡Vienen los carnavales!”)
No faltan las comparsas con pequeños y mayores que recorren la ciudad llenándola de bailes. Los disfraces son de todo tipo, pero lo más importante es pasárselo bien.
Esta celebración tiene su fin con el conocido entierro de la sardina con su cortejo fúnebre y macabro.
3. La fiesta de Santo Tomás
Celebrado el 21 de diciembre, acuden a la cabeza de aquellos que ya han vivido esta fiesta dos cosas: talo y chistorra. El talo es una torta de maíz que formaba parte del alimento básico de los vascos desde tiempos inmemoriables, y la chistorra es un embutido similar al chorizo, más estrecho y alargado, que se elabora con carne de cerdo, ajo, sal, pimentón y más especias.
Se trata de una festividad con una fuerte faceta gastronómica, pero también con una historia muy interesante. Todo empezó en el siglo XIX cuando la gente de los caseríos acudía a Donostia durante el día de Santo Tomás para pagar a los arrendatarios las rentas. Normalmente iban con dinero, pero también con productos que no se podían encontrar en la ciudad.
De estos intercambios surgió la idea de celebrar una feria que, años después, se convertiría en la feria de Santo Tomás de la Plaza de la Constitución.
Con el paso del tiempo la feria dejó de ser una necesidad, pero la tradición se mantuvo hasta extenderse por toda la ciudad y hasta día de hoy.
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