La decimotercera etapa de la Vuelta 2016, la más larga de esta edición con un total de 213,4 kilómetros desde Bilbao hasta la pequeña localidad navarra de Urdax, ha vuelto a poner de manifiesto que el ciclismo es el deporte rey por estos pagos. Los donostiarras no han querido perderse el paso del pelotón, han soportado de buen talante los cortes de tráfico en la ciudad y se han congregado a lo largo del trayecto desde Igueldo hasta Ategorrieta a través de la Concha y el centro. Un mediodía festivo que ha dejado bonitas escenas.
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