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Tribunales

La víctima de la paliza de Pasaia dice que siente «miedo» y que ha perdido su vida

Durante el juicio la víctima, que tenía 17 años cuando ocurrieron los hechos, ha declarado desde otra sala y con la voz distorsionada

Audiencia provincial. Foto: Santiago Farizano

(EFE). El hombre que sufrió una brutal paliza tras ser víctima de un robo en mayo de 2021 en Pasai Antxo (Gipuzkoa) ha dicho que «jamás olvidará» la cara de las personas que participaron en la agresión, en cuyos ojos había «más maldad que un diablo», y ha reconocido «tener miedo» y «haber perdido su vida».

La víctima, que tenía 17 años cuando ocurrieron los hechos, ha declarado desde otra sala y con la voz distorsionada, en calidad de testigo protegido, en la tercera sesión del juicio por esta causa celebrada este jueves en la Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa.

Su testimonio ha sido interrumpido en distintas ocasiones por las quejas de algunos de los trece acusados de intentar matar a este hombre hasta el punto de que la Ertzaintza ha tenido que intervenir varias veces, mientras la presidenta del tribunal llamaba al orden, pedía silencio y amenazaba con llevarles a Comisaría por desacato.

En cuanto a los procesados, la mayoría de la misma familia, once se enfrentan a penas que suman 14 años de cárcel por una presunta tentativa de homicidio con la agravante de superioridad y por un delito de robo con violencia, si bien la Fiscalía eleva hasta los 17 años su petición de condena para los dos restantes ya que les aplica la agravante de reincidencia.

En la vista, los momentos de mayor tensión se han vivido durante la rueda de reconocimiento, cuando el testigo protegido ha ido visualizando uno a uno a los encausados a través de una cámara, y ha reconocido a todos ellos, salvo a una mujer a la que no recordaba. Además ha identificado al varón que se encuentra en prisión preventiva como la persona que intentó acuchillarle en el abdomen.

La víctima ha dicho que lo sucedido «no le deja progresar en la vida», ya que perdió su trabajo, a su novia y sus amigos y tuvo que abandonar su pueblo por el «miedo» que sentía, que le ha obligado a tomar pastillas y a someterse a tratamiento psicólogo y psiquiátrico.

En reiteradas ocasiones ha manifestado el «sufrimiento» que le causa recordar lo ocurrido el día 15 de mayo de 2021, cuando había salido de trabajar y regresaba a pie a su domicilio después de que su patinete eléctrico se quedara sin batería, momento en el que fue abordado por dos hombres que le pidieron tabaco y le exigieron que les entregara el vehículo y su teléfono móvil.

En ese momento, ha explicado que él decidió seguir su camino mientras una vecina le advertía desde un balcón que saliera corriendo porque «esa familia» le iba a matar.

Al llegar al portal, sin posibilidad de meter la llave en la cerradura, ha dicho que se topó con el resto de inculpados que, junto a los dos primeros procesados, le propinaron una brutal paliza que, según ha relatado, pudo prolongarse unos «45 minutos o una hora» y en la que participaron unas «quince o veinte personas» entre las que había hombres, mujeres y niños.

Ha explicado que uno de los procesados «iba a matarle» e intentó cortarle el cuello, aunque falló y le hirió en la «mandíbula y el labio», tras lo cual otro varón intentó sin éxito clavarle una navaja en el abdomen, mientras que un tercero le golpeaba con una botella y una de las mujeres lo hacía con una «cachava».

Patadas, puñetazos, amenazas de muerte, escupitajos y golpes en «todas las partes del cuerpo» que le dejaron «inconsciente» es lo que recuerda la víctima que, según ha recalcado, vive gracias a los vecinos que se asomaron a las ventanas y avisaron a la Policía.

El joven, que ha admitido que no ha sido capaz de encontrar testigos para este juicio por el «miedo» que existe hacia esta familia, ha relatado que las amenazas prosiguieron después, cuando él se encontraba en un centro de menores y dos desconocidos se le acercaron y le advirtieron de que no reconociera a algunos de los inculpados en la ronda de reconocimiento.

Fue a través de las redes sociales y con la información aportada por algunos vecinos sobre el apellido de los implicados como él logró identificar a algunos de los acusados a los que, según ha asegurado, no conocía previamente, pero ya «jamás podrá olvidar». Así pudo ampliar la denuncia que presentó inicialmente.

Tras la sesión de este jueves, marcada por las interrupciones de los acusados que replicaban a la víctima durante su testimonio, el juicio continuará el lunes con la declaración de policías municipales.


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