La tirolina y la vía ferrata de Unanibi ya están en marcha y no gustan a todos, tal y como advierte Eguzki, que incide en que el retraso de dos meses sobre lo previsto es a consecuencia de las quejas de varias asociaciones como la propia Eguzki, Unanibiren Lagunak y Haritzalde.
En particular Eguzki considera que el proyecto no es sostenible y cuestiona su valor educativo. E incide en que parte del recorrido tirolina+ferrata en el valle de Leitzaran discurre por el Biotopo Protegido de Leitzaran, la ZEC (Zona Especial de Conservación) y la Red Natura 2000.
En su momento Eguzki presentó alegaciones al Gobierno Vasco (como responsable de las condiciones de uso del espacio protegido) y al Ayuntamiento de Andoain (promotor de la iniciativa) en que advertía entre otras cuestiones de que la iniciativa está ubica dentro de un área protegida. También en que «amenaza a las especies protegidas y en que este enclave dejará de ser un medio aislado para ser ocupado como tantos otros. «Este punto no se ha tenido en cuenta en el informe de impacto ambiental. También es un espacio muy querido por andoaindarras y visitantes que ahora se ve alterado», añade Eguzki.
«En cuanto a los objetivos educativos, consideramos que los objetivos que se consiguen con este itinerario se podían conseguir de otra manera, sin dañar el entorno protegido, ubicándolo fuera del Biotopo de Leitzaran o, mejor aún, fuera del valle», opina el grupo ecologista.
Desde el pasado viernes hasta el 31 de octubre la Vía Ferrata de Leitzaran permanece abierta. Los Caminos de ferrata son recorridos dotados de diversos elementos de seguridad anclados a paredes de piedra en la montaña.
Según informó recientemente el Ayuntamiento de Andoain, el recorrido arranca desde el Centro de Visitantes Leitzaran. La instalación consta de dos partes. En la primera se lleva a cabo una travesía por una pequeña vía ferrata de unos 30 metros. Una vez culminado el primer contacto el grupo se reúne en el punto de inicio de la tirolina que atraviesa el río Leitzaran. La tirolina alcanza los 70 metros de longitud y discurre a unos 16 metros de altura del río. A partir de ese punto se inicia la subida a lo largo del recorrido de la vía ferrata de 220 metros. A través de la línea de seguridad que marca el recorrido se aprovechan las grapas y fijaciones en roca, que ayudan a avanzar en el camino, para superar cinco paredes verticales. El recorrido finaliza en una pista forestal y desde allí se completa el regreso al Centro de Visitantes.
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