René Magritte, Alexander Rodchenko, Man Ray, Robert Mapplethorpe, Henri Cartier-Bresson, Diane Arbus, Madame Yevondé, Inge Morath… Sin este poderoso star-system la historia de la fotografía hubiera sido otra bien distinta; con toda seguridad, bastante más pobre. Son algunos de los grandes nombres que brillan en la extensa colección de Lola Garrido y que a partir de mañana viernes 23 de noviembre se podrá ver en la sala Kutxa Kultur Artegunea, en la planta baja de Tabakalera, hasta el próximo 17 de febrero.
La exposición Historia portátil de la fotografía. Colección Lola Garrido se ha presentado en la propia sala Artegunea con una espectacular lona del fotógrafo chino Fan Ho como telón de fondo. Cinco años después de haberse dado a conocer -la muestra empezó una larga gira en Burgos y después viajó al extranjero-, el mundo visto a través de esta apasionada coleccionista, crítica y comisaria recala en su ciudad natal, San Sebastián. “En un primer momento compraba solo lo que me gustaba. Pero me di cuenta de que hay que comprar lo que no te gusta, porque te exige seguir profundizando en ello”, ha reconocido Garrido esta mañana ante Anne Morin, de Di Chroma Photograhy, y la directora de las salas de exposiciones de Kutxa Fundazioa, Ane Abalde.
En total, la colección de Lola Garrido cuenta con más de 700 obras, de las cuales 120 fotografías de 78 autores se exponen en las dos plantas de la sala. Aunque existen conexiones entre algunas de las piezas, no hay un hilo conductor que vaya narrando la exposición. Garrido espera que el espectador dé un paso al frente y se configure su propia composición mental al ver la foto.
También es verdad que hay algunos temas recurrentes -la moda, la mujer y las vanguardias- con fotografías que van desde 1865 a la actualidad, aunque el corpus central está compuesto por imágenes que van desde los años 20 a los 60. Los géneros, por su parte, son muy variados: retrato, bodegón, paisaje urbano, fotografía documental o fotografía científica están presentes en esta completa mirada a la historia de la fotografía occidental.
Como ella misma afirma, su colección es autobiográfica. ”Toda colección está basada en un trastorno obsesivo compulsivo. He coleccionado cromos, piedras, fotografías”, explica. En cuanto a su predilección por la moda, “permite ver cómo es una época en concreto. La vestimenta, las actitudes y las formas nos llevan más allá. La fotografía nos permite ver más allá”.
Muchas de las imágenes seleccionadas forman parte de la memoria visual contemporánea. La obra de Robert Capa Muerte de un miliciano, de 1937, se ha convertido en una de las fotografías más famosas de todos los tiempos. Otro tanto puede decirse de la Madre emigrante con la que Dorothea Lange documentó en 1936
las condiciones de vida de la América rural, asolada tras la depresión del 29; o de la obra de Bern Stern que recoge una toma de la última sesión fotográfica de Marilyn Monroe.
Como es habitual en las exposiciones de Artegunea, habrá una serie de actividades paralelas. La más importante, tal vez, tendrá lugar el próximo 10 de enero en la sala Ruiz Balerdi, ubicada en la 4º planta de Tabakalera. Se celebrará una mesa redonda sobre coleccionismo de arte en la que participarán las coleccionistas Lola Garrido y Margarita Sánchez (la sala Kubo-Kutxa también acoge una exposición con su obra) y estará moderada por Lourdes Fernández.
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