La diputada de Deportes de la Diputación Foral de Gipuzkoa, Goizane Álvarez, ha asistido esta mañana a la reinauguración del campo de fútbol Rezola de Añorga. La instalación deportiva ha estado tres meses en obras. Los trabajos han tenido un coste de 888.466 euros y han sido financiados casi en un 40% (350.000 euros) por la institución foral. El Ayuntamiento de San Sebastián, por su parte, ha contribuido con 250.000 euros y el resto ha sido financiado por el propio club.
La renovación del campo era una petición que los equipos venían reivindicando desde hace años, debido a que las infraestructuras se habían quedado obsoletas y no eran aptas para el uso diario que se realiza de la instalación. Así se ha ejecutado la sustitución del césped artificial y el pavimento, se ha desplazado y ampliado el terreno de juego por encima de las dimensiones mínimas reglamentarias, se ha mejorado la iluminación del campo, así como el saneamiento, el drenaje del terreno de juego y se ha instalado un sistema de riego automático.
Actualmente 16 equipos (9 masculinos y 7 femeninos) hacen uso de dichas instalaciones: 160 chicos y 120 chicas, además de los 275 niños y niñas inscritas en la escuela de futbol. Contando futbolistas, cuerpos técnicos, entrenadores, etc., unas 600 personas están vinculadas al futbol en el Campo Rezola de Añorga.
En este sentido, Álvarez subraya que “obras de estas características son esenciales, porque más allá del componente deportivo como es mejorar la calidad de las infraestructuras y, en consecuencia, de los entrenamientos y competiciones, es una apuesta por seguir haciendo comunidad y labrando el sentimiento de pertenencia”.
Así, ha explicado la diputada de Deportes que “por este campo han pasado miles de personas a lo largo de su historia, y con la actualización de sus instalaciones, se consigue afianzar las relaciones entre la comunidad educativa y la sociedad deportiva de un área de influencia que sobrepasa los límites de Añorga. Es un punto de encuentro de jóvenes y adultos que vienen a divertirse con el deporte como denominador común”.
De hecho, según consta en la memoria presentada por el club Añorga KEE para la ejecución de las obras, el campo se utiliza de lunes a viernes de 16.00 a 22.00 de la tarde de forma consecutiva y cada fin de semana se juegan entre 8 y 10 partidos. Además, la Ikastola Amassorrain, centro escolar del barrio, también realiza sesiones de entrenamiento de deporte escolar dos veces por semana.
En cuanto al área de influencia de dicha instalación deportiva, la mayoría de los futbolistas son donostiarras (82%), viniendo también por proximidad de Lasarte-Oria (8%) y Usurbil (3%). En cuanto a los barrios de Donostia, destaca que solo el 8% es de Añorga. El 50% son del Antiguo-Ibaeta-Igara, y el 15% de Aiete. En cuanto a los centros escolares, la mayoría proceden del Lizeo Santo Tomás (29%) y Antigua Luberri (27%).
El origen
En 1949 Cementos Rezola inauguró el campo de fútbol de ‘Deportes Rezola’. Los primeros años fue de hierba natural, pero debido al intenso uso que se hacía de él, solamente los dos primeros equipos del club podían entrenar en el campo, y todas las categorías inferiores se veían obligadas a entrenar y jugar en campos de otros municipios como el Harane de Usurbil o el Heriz de Loyola. Este fue el motivo por el que la hierba natural fue sustituida por hierba artificial en 1997.
Once años después, en 2008, arrancó la escuela de fútbol propiamente dicha, con 170 alumnos y alumnas de entre y 12 años. En 2010, volvió a realizarse un mantenimiento del césped con la renovación de la hierba artificial. Y no ha sido hasta este 2024, cuando se ha ejecutado la reforma más integral desde su construcción.
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