(EFE/Redacción). La Real Sociedad venció y convenció (1-0) a un Barcelona irreconocible, que encajó su segunda derrota en la presente liga y no pudo exhibir las virtudes que le han llevado al liderato porque el equipo vasco firmó su mejor partido de la temporada. Los txuriurdin escalan a la octava posición de la tabla (18 puntos).
El conjunto local gozó de una ocasión inmejorable antes de siquiera cumplirse el primer minuto de juego. Internada de Jon Mikel Aramburu hasta la línea de fondo para asistir a un Luka Sucic que estaba solo, aunque un salvador Marc Casadó desbarató el lanzamiento del croata.
El encuentro transcurrió con muchísima intensidad durante los primeros minutos de juego, con internadas que rondaban ambas áreas, y el VAR tuvo que intervenir para anular un gol de Robert Lewandowski por un milimétrico fuera de juego.
No se amilanó el conjunto txuri urdin, que minutos después del tanto anulado al Barcelona estuvo cerca del gol con un remate de Mikel Oyarzabal que se encontró con un inesperado bloqueo de su compañero Takefusa Kubo.
Insistió la Real con un falta directa de Brais Méndez que despejó bien Iñaki Peña a córner. En la siguiente jugada, a punto estuvo Kubo de batir la meta rival, pero intervino con acierto el guardameta blaugrana.
Los locales, volcados al ataque, dieron con el premio del gol en el minuto 33. Sucic prolongó el balón de cabeza de espaldas, momento en el que Sheraldo Becker se adelantó a la zaga del equipo barcelonés y firmó el 1-0 con un disparo raso y cruzado al palo izquierdo de Peña.
Pudo la Real encarrilar el encuentro al filo del descanso, pero Oyarzabal desaprovechó un inmejorable pase que le puso en bandeja su compañero Becker desde el carril izquierdo.
Al regreso de los vestuarios, en la primera jugada, la Real estuvo a punto de sorprender con un pase filtrado por alto de Kubo que prolongó Oyarzabal de tacón y que Becker desaprovechó con un lanzamiento de primeras cuando pudo conducir y plantarse solo ante Peña.
Fue un inicio trepidante de la segunda parte, con un gran despliegue físico de ambos equipos, y dos buenas llegadas locales de Oyarzabal y Becker al área rival que fueron desbaratadas por la defensa azulgrana ‘in extremis’.
El Barcelona, poco inspirado, creó poco peligro en el área txuri urdin, algo inusual en este nuevo Barcelona de Hansi Flick, mientras que la Real, con un derroche físico descomunal, puso contra las cuerdas a los azulgranas con algunos contraataques.
Las acometidas finales del Barcelona fueron contrarrestadas por una Real que trabajó con acierto en defensa.
Ficha técnica:
1 – Real Sociedad: Remiro; Aramburu (Aritz, m.61), Zubeldia, Aguerd, Aihen (Javi López, m.84); Zubimendi, Sucic (Sergio Gómez, m.61), Brais Méndez; Kubo, Oyarzabal (Óskarsson, m.61) y Becker (Barrenetxea, m.61).
0 – Barcelona: Iñaki Peña; Koundé (Gavi, m.84), Cubarsi, Iñigo Martínez, Balde; Casadó, De Jong (Dani Olmo, m.46), Fermín López (Ansu Fati, m.69), Pedri (Pau Victor, m.90+1); Raphinha y Lewandowski.
Gol: 1-0, m.33: Becker.
Árbitro: Guillermo Cuadra Fernández (Comité Madrileño). Amonestó a Aramburu (20), Brais Méndez (82) y Zubeldia (87) por la Real Sociedad; y a Iñigo Martínez (53) por el Barcelona.
Incidencias: encuentro correspondiente a la 13ª jornada de LaLiga EA Sports disputado ante 36.154 espectadores en el Reale Arena.
Reacción de Alguacil
El técnico de la Real Sociedad, Imanol Alguacil, alabó a su equipo por la victoria, destacó que la victoria es «merecida y justa», y añadió que «el equipo tendría que haber ganado por más».
Alguacil recalcó que el triunfo «es más mérito de la Real que demérito del Barcelona«.
El técnico txuri urdin se mostró orgulloso del partido de los suyos, y declaró que el equipo tuvo que jugar «al límite» para que este Barcelona no generase ocasiones de gol.
Imanol no se quiso conformar con la victoria, ya que si no se le da continuidad, «no valdrá de nada», aunque recalcó que el equipo ha jugado bien todos los partidos durante esta última fase de la temporada.
La Real Sociedad llegaba con un día menos de descanso que el Barça, de ahí que alabase el «alto estado físico» de sus futbolistas después del esfuerzo que supuso el partido de Liga Europa de fútbol en Pilsen (República Checa).
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