(EFE). La pobreza energética se ha reducido en Gipuzkoa en los últimos cinco años, aunque persisten las desigualdades ya que se calcula que hay 55.000 hogares y 108.000 personas con problemas para mantener sus hogares cálidos.
El diputado foral de Sostenibilidad, José Ignacio Asensio, ha comparecido este martes, a petición propia, en las Juntas Generales para dar a conocer los resultados del Estudio de la Pobreza Energética en Gipuzkoa 2017-2022.
El informe concluye que en Gipuzkoa se han estabilizado o mejorado los indicadores de pobreza energética en comparación con los datos de hace cinco años.
En concreto, los hogares afectados por distintas situaciones de pobreza energética se han reducido en tres puntos porcentuales al pasar de un 21,5 % en 2017 a un 18,4 % en 2022.
Aun así, se calcula que hay 55.000 hogares y 108.000 personas con problemas para mantener sus hogares cálidos, y que el gasto medio en energía de cada vivienda ha aumentado un 7 % hasta alcanzar los 1.379 euros.
Por otra parte, en cuanto a los gastos e ingresos, en Gipuzkoa ha bajado el número de hogares que padecen un gasto energético excesivo.
El descenso se traduce en medio punto, casi 700 hogares y cerca de 6.000 personas, han dejado de tener un gasto energético excesivo respecto a los ingresos que disponen.
De media, los hogares guipuzcoanos destinan el 5,5 % de sus ingresos netos a cubrir las necesidades energéticas de electricidad, gas natural o vivienda, precisa el estudio.
En Gipuzkoa son 18.000 hogares, un 6 %, los que tienen dificultades para mantener su vivienda a una temperatura adecuada, cifra que ha mejorado respecto a 2017, cuando era de un 9 %.
No obstante, ha aumentado el porcentaje de hogares con problemas en sus viviendas como goteras o humedades, de un 11,9 % a un 16,4 %.
El estudio señala asimismo que un segmento de la sociedad gasta una gran parte de sus ingresos para combatir el frío, mientras que otro, en marcado contraste, apenas sienten el aprieto.
Esta división pone al descubierto las desigualdades que existen en la sociedad, que afectan más a las mujeres, a mayores de 65 años, a extranjeros, desempleados y personas con estudios primarios o inferiores.
La proporción de personas que vive en hogares que no pueden mantener su vivienda con la temperatura adecuada se sitúa en Gipuzkoa en un 5,8 %, y en Europa, en cambio, en un 9,3 %.
Respecto a la proporción de viviendas que acumula algún retraso en el pago de los recibidos energéticos, en Gipuzkoa es de un 3,8 %, y en la Unión Europea, de un 6,9 %.
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