La vecindad que reside en el Paseo Federico García Lorca nº 2 y 3 ha denunciado públicamente (y ante el Ayuntamiento de Donostia y el Ararteko) «la situación grave, inadmisible, contaminante, insalubre, estresante…» que sufre «las 24 horas del día desde hace nueve años» debido a los problemas que le genera una parada de autobús con permanente movimiento que está situada a escasos metros del portal y las ventanas, y en el entorno de la cual hay siempre un buen número de personas a la espera de transporte.
Denuncian los vecinos que han realizado llamadas a los agentes de Movilidad, «suplicando su presencia, porque todos los días y en varias ocasiones coinciden dos autobuses articulados de 20 metros cada uno en un espacio de 30 metros, por lo que uno está en la parada y el otro invade el carril de circulación ocasionando una grave situación de peligro para todos los usuarios de la zona».
De hecho han sufrido varios «sustos» con otros coches ya que en muchas veces deben entrar al garaje desde el carril exterior, «y los coches que vienen por detrás (a bastante velocidad) no esperan una maniobra de ese tipo». Además hay un carril bici y está la marquesina que, siempre con gente a la espera, también dificulta la visibilidad. Y a todo ello hay que sumarle, que según el vecindario, no se respetan los límites de velocidad en el citado paseo.
El problema comenzó en 2014, cuando se instaló una parada de autobús de Lurraldebus, concretamente para las líneas UK09 (Zumaia-Federico García Lorca 2), UK10 (Zumaia directo-Federico García Lorca 2) y E21 (Hondarribia-Aeropuerto-Donostia). También da servicio a todos los usuarios que se dirigen hacia Hondarribia y aeropuerto, con lo que se genera un volumen importante de usuarios, ruido de maletas y congestión de gente delante del portal y de las viviendas. También acuden autobuses turísticos extranjeros, «que deberían entrar en la estación y no lo hacen».
«Tenemos que bajar las persianas y escondernos para evitar el sufrimiento», explicó a DonostiTik un vecino de los muchos que se declaran agobiados por esta situación.
El vecindario reclama a los responsables que cambien la parada de ubicación. «Y que quede todo como estaba originalmente, antes de estrechar la acera y el bidegorri y quitar los árboles».
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