La Quincena Musical da la bienvenida, hoy, al clavecinista y director checo Václav Luks, que llegará a Donostia con los dos grupos que él mismo fundó y con los que ha conquistado media Europa: la Orquesta Barroca Collegium 1704 y Collegium Vocale 1704. En palabras de Patrick Alfaya, director de la Quincena, el de hoy puede ser uno de los conciertos revelación del encuentro.
La agrupación interpretará, junto con una obra tan conocida como el Dixit Dominus de Haendel, la Missa Omnium Sanctorum del más importante compositor bohemio del Barroco, Jan Dismas Zelenka.
La cita dará comienzo a las 20:00 horas en el Auditorio Kursaal. Las entradas para este concierto se pueden adquirir en www.quincenamusical.eus y en las taquillas del Kursaal y del Teatro Victoria Eugenia.
Para Luks, “el atractivo de la música barroca radica en el hecho de que el arte de los maestros barrocos cumplía con el requisito de un alto nivel artístico así como de una comunicatividad absoluta. La música barroca no necesita explicación y, sin embargo, no es sugestiva. Es refinada, artística. Son metas enormes, muy difíciles de compaginar, y la música barroca lo consiguió al cien por cien. Creo que triunfó como nunca antes y nunca después en la historia de la música”.
Esta firme creencia en el valor de la música barroca le llevó a fundar en 1991 el conjunto de cámara especializado Collegium 1704, que fue el origen de un proyecto que en 2005 se ampliaría con la creación de la Orquesta Barroca Collegium 1704 y el coro Collegium Vocale 1704. Estas últimas nacieron como un conjunto provisional para participar en el festival Bach-Praga del año 2005, pero finalmente ambos conjuntos se afianzaron y desde 2007 se han convertido en invitados habituales de los festivales de música antigua de toda Europa, colaborando con grandes estrellas de este circuito como Magdalena Kožená, Vivica Genaux y Bejun Mehta.
Respecto al músico checo elegido, Jan Dismas Zelenka (1679-1745), cabe apuntar que trabajó como compositor y contrabajista en la corte de Dresde, cuya capilla musical era considerada en la época (mediados del siglo XVIII) como una de las más gloriosas de Europa.
Zelenka escribió su última misa completa, la Missa Omnium Sanctorum, en 1741, cuando ya tenía más de 60 años y estaba en la cumbre de su labor creativa. Diseñada para solistas, coro y orquesta, se trata de una obra expansiva y dinámica, con múltiples subsecciones en el Gloria, tres extensas arias (para soprano, alto y tenor), coros concertantes y fugas corales inusualmente expresivas. Es especialmente poderoso el efecto que produce el Credo, que hace un uso extraordinario del ritornello y que está considerada una de las páginas más inspiradas y hermosas de Zelenka. Más información, aquí.
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